/0/21486/coverbig.jpg?v=72de616b79f7a2688e72ac56181ac1b1)
nada por mi prometido, Hernán, y por la m
, el hombre con el que iba a casarme, prefirió creer sus mentiras calculad
la manipulación de Bianca. Mi propio compañero, mis amigos, todos a los que había salvado y con los que
strozada en una celda, todo para proteger la falsa inocencia de Bianca. "Eres un lastre
era era una mentira. Las acusaciones, el abandono, la pura i
cer. Entré en una clínica clandest
do nada. Y hoy, tres años después, un hombre con ojos atormentados acaba de
ítu
Evelyn
de las primeras ediciones, su ligero aroma a papel era un consuelo que apenas registraba, pero que entendía profundamente. E
s cuando desperté. Borrón y cuenta nueva, lo llamaron. Un nuevo comienzo. No sabía
ianca, Corina... esos nombres no significaban nada. Eran solo sonidos. La agencia de seguridad clandestina, Égida, er
o desperté en una habitación tranquila, con un nuevo nombre, una pequeña suma de dinero y un deseo ardiente de anonimato. San
velyn, la mujer amable que siempre tenía el libro adecuado, la taza de té perfecta. Veían paz y veían felicidad. Veían a una mujer contenta de vivir dentro del tranquilo zumbido de su propia creaci
es él
osamente construida. Un hombre se recortaba en el umbral, su silueta bloqueando la luz del atardecer. Era un extraño, pero mis
s, una mandíbula afilada e inflexible, ojos como pedernal. Crudo. Pelig
Ec
que no pude identificar. ¿Dolor? ¿Ira? Sentí
pretando más fuer
e equivocado de persona
mezcla de incredulidad y desesperación en su rostro. Parecía como s
vel
do amargo que me
Evelyn? Eres Eco.
lo un nudo creciente de inquietud, un pavor helado que se filtraba en mis huesos. Este hombre, c
ojos se entrecerraron, busc
as, ¿verdad? ¿
sformó en algo parecido al horror. Parecía completamente destroz
Había una intensidad cruda en su mirada que eludía mi mente consciente y le susurraba a algo más profundo, algo latente
ventana, un coche familiar se detuvo. Un sedán negro, bajo. Y en el asie
ente. Más bien una imagen repentina,
do. El tintineo de las copas de champaña, los sonidos ahogados de una fiesta
llo dorado de Bianca. Su risa suave, un sonido que había llegado a asociar
de mí. A semanas de nuestra boda, años de peligro compartido y prome
penas audible por encima de la
ern
un fugaz momento de sorpresa, luego algo más frío. Bianca, fingiendo inocencia, se afe
arrancarle esa máscara angelical de la cara, exponer a la víbora que había debajo. Pero Hernán
, det
úplica. Una orden dirigida a u
terrorizado de Bianca. Esa sonrisa fugaz que no pudo ocultar d
la fuente de mármol con un golpe nauseabundo, y me hundí en el agua helada, las burbujas de champaña
en mi alma, era innegable. La víctima inocente, el protector,
una red de trata de personas años atrás. Una niña, temblorosa y ro
su sorprendente resiliencia. La había nutrido, protegido, la había traído a Égida, a nuestra familia. Hernán había sido cauteloso al principio, pero yo había
calculado de Bianca la había conquistado, poco a poco. Bianca siempre era tan dulce, tan ansiosa por complacer, tan agrad
pañero en todos los sentidos de la palabra, eligiéndola a ella. Eligiendo su fingida
beza palpitaba, pero el dolor en mi corazón era un peso aplast
do mis fosas nasales. Me dolía la cabeza, un dolor sordo y persistente.
de calidez, profesional y distante, como si yo f
llo de preocupación en sus ojos.
e que mi prometido me arrojara a una fuente, por una chica que
ansado que hablaba de impaci
ho, Eco. Lo sabes. Es frá
ue hueca,
ba restregando contra ti, Hernán
vendaje e
ó, pero su reso
Tu... reacción... fue
asu
quebrándose por
pulando! ¡A to
un músculo tembla
co. Esta no eres tú. T
a, su mirada
ción pública, el... incidente... se re
ealtad, el entendimiento tácito que había roto al atr
oz plana, sin emociones. "Hasta que las cosas
pecho cuando intentó tocar mi bra
nvenenando mi lengua. "N
or zumbó. Una voz frenética, la de
? Yo... ¡creo que alguien me e
ón por mí, se suavizaron al instante. Toda la frialdad se d
o, Bianca. Ma
tras salía de la habitación, dejá
aicionad
persiga? Borra el dolor. Recupera tu futuro. Soluciones Tecnológicas Clandestinas, Procedimientos de Borrado de M
r el dolor, la traición, el recuerdo de haber amado
án, terminado con la vida que me había devorado entera y me había escupido. Encontraría a Soluciones Tecnológicas
ación fría y clínica de una vida que estaba desesperada por desechar. Me preguntaron si entendía la permanencia, los ries
a una tumba de sueños destrozados. Risas y música salían de la sala de estar, un contraste d
ahora tenían expresiones cautelosas, culpables o directamente hostiles. Hernán estaba allí, por s
z plana, sus ojos evitand
, sin traicionar la agitació
a recorriendo los rostros
ños, dio un paso adelante, una
ha sido muy valiente con todo esto. Realment
Bianca, que logró un pequ
o una mano en el hombro de Bianca. "Quizás po
abía desmantelado sistemáticamente mi v
que había llevado como amuleto de la suerte desde mi primera misión con Égida. Era un reg
eptación vacilante. Lo alcanzó, sus dedos rozando los míos. Pero justo cuando lo agarró, mi agarre pareció afloja
un sonido ag
abuela!", sollozó, enterrando s
. Mi mirada se encontró con la de Hern
l no l
deliberado para mí", murmuró C
ron, sus voces u
tás celo
o hizo a p
iendo ir
detrás de él, dando un paso adel
los pedazos rotos de jade, sus movimientos cuidadosos, casi tiernos.
retumbo bajo
pasado apretados en su mano. E
parme po
a apenas
sparó, agarrando mi brazo co
or romper esto. Po
o con pasión, sino
rme. El peso familiar de su poder, una vez
epentina oleada de fuerza, arranqué mi brazo de s
y cortante a través del silencio. "He terminado
ó, un destello de sorpresa
stás di
me voy de este piso
n, encontrando sus miradas ató
iré de Égida.

GOOGLE PLAY