, con el rostro como una nube de tormenta, ya estaba levantando a Brenda, su brazo protectoramente alrededor de ella. No me dedicó ni una mirada mientras la m
in respuesta. Mi respiración llegaba en jadeos entrecortados, las luces brillantes de arriba girando en un vórtice aterrador. La sensaci
vantarme, una patada agud
orrido. Su collar de esmeraldas, milagrosamente todavía abrochado alrededor de su garganta, br
pulsado de mis pulmones. Mi cuerpo convulsionó, una oleada de náuseas se apoderó de mí de nuevo. Mi estómago se
os antes de que pudiera detenerla. El sonido fue patético, incluso para mis pr
cruel formándose en sus labios. Se arrodilló
a, él ya se fue. Y n
de diamantes, se cerró sobre mi mandí
Leo. Cómo no valías nada sin él. Cómo te afe
as de Ricardo, retorcidas y escupidas por la lengua venenosa de Brenda. Mi mente
ía sido algo vivo, carcomiéndome por dentro, dejándome hueca, un cascarón vacío. Mis padres, consumidos por su propio dolor, me habían apartado, incapaces de mirar al recordatorio viviente de su hijo perdido. "Tú debiste haber tenido más cuidado", había susientemente mientras yo derramaba mi corazón, mi culpa, mis sueños destrozados. Vio la música en mí, los restos de un talento que creía perdido para siempre. Me levantó de
s profunda y sagrada. Le había dado a Brenda la munición para destruirme, para burlars
spalda. Mi visión se oscureció por un segundo. Mi cuerpo estaba fallando, rápidamente ahora
gada, cortó la neblina. Ricardo. E
onder, grita
card
penas un susurro. Mis manos arañaron el suelo pulido
ó mi celular de donde había caído,
iseó, su voz un triunfo ba
tecleando rápidamente. Luego me a
el alboroto. ¿Jimena? Ah, probablemente esté de mal humor en
osamente dulce, un
e de su voz desvaneciéndose, retrocediendo. Se estaba yendo. Rea
fono, una sonrisa tri
Te lo
n suave golpe. Justo cuando se giraba para irse, la pantall
es a estos juegos conmigo. Vuel
mientras desaparecía. Una risa amarga y rota brotó de mi pecho, seca y áspera. La
raición, su remordimiento fingido, sus intentos manipuladores de atraerme de nuevo a su órbita. Era un

GOOGLE PLAY