PERA
ados como evidencia. Un objeto insignificante para la mayoría,
ernández me llamó. Su voz sonaba más grave
quemaba las fosas nasales. El ayudante, un joven pasante llam
e voy a decir.
"Solo diga lo que
... estaba
Una punzada en el pecho. No podía ser. ¡Selena no po
esa. El sonido metálico resonó en la sa
. no podemos saberlo aún, Fiscal. Pero el
ue no quería hijos, que su arte era su único hijo. ¿Men
to, susurró el nombre de Selena. Su voz dulce, sus ojos suplicantes. Marco, por favor
era. Solo quería que me amara. La imagen de Selena, su rostro pá
de furia. "¡Malditos bastardos! ¡Matar a
La voz de Selena, una voz que intentaba olvidar, re
mohada. Su voz débil. "Marco, mi enfermedad... es grave. Neces
La llamada de Amaya. Su voz, rota, suplicando mi ay
ya, su mirada perspicaz. "Ella es l
aseguré, aunque en el fo
es difícil, pero... Selena no es quien crees.
vía? Yo, Marco Peral, el fiscal, con una esp
as, se clavaron en ella. La acusé, la humillé. La dejé sola en la ca
La abandonaste. Y
nó a mí. Esa era la verdad q
ento. "Esto es muy grave. Un feto de diez semanas. Est
i...? No. Imposible. Selena no era el problema. Ella era la víctima. Una v
ui una carga para ti. Siemp
ordené, mi voz firme. "Y busquemos
una sola vez. Siempre estuviste c
ba a Amaya. Siempre lo había hecho. Se
torias, mis sueños, siempre giraban en torno a ella. Selena... ¿qué lugar
a casa, Marco. Un fantasma
olo te traerá dolor', decían. Pero yo no
un cuerpo. Un cuerpo que t
o llenando mis pulmones. "Los asesinos siguen sueltos. Y si
osa... ¿está bien? Debería asegurarse de que esté a salvo.
asmo en mi voz. "Selena es... un es
una mirada que me conocía demasiado bien. "Marco, te c
el ceño. Me llevé la mano al estómago. E
", preguntó el docto
olía prepararme unas infusiones..." Mi voz s
reparaba medicinas. Te vel
jo el doctor con voz suave. "E
a elegí. Necesitaba... necesitaba esta
Amaya. Siempre la necesitaste.
rabia regresando. "¡Me negó la vida de Ama
, una nueva seriedad en su voz. "Recuerdo que Amaya te dijo que Selena
Hace meses que no... no hemos tenido
Esa noche de tu cumpleaños, cuando bebiste
Me dijo que no se presentó en
l alma, aunque me negara a escucharlo. Amaya te mintió. Yo estuve ahí. Te cuidé toda la noche. Te e
oz quebrándose. "¡Me dejó! ¡
ás clara, más dolorosa. Mientras tú dormías, yo estaba sufriendo. Y ahora... ah

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