PERA
terror, me asaltó. No era la primera vez que se perdía, ni la prim
iel. Amaya había insistido en venir. "Será divertido, Marco. Un
ento?", le dijo Amaya, su voz dulce como l
quedé con Amaya, conversando. Escuché un chapoteo, un gr
papada, temblando. Su rostro estab
miedo y resentimiento. No, no era un juego. Amaya la hab
sación trivial. Y Amaya... Amaya la había usado. Su sonrisa, una másc
esperada. Lo vi en su mirada. Su cuerpo, débil, intentando alca
pamento estaba vacío.
oso. "¿Dónde estabas, Selena?", le grité. "¡Siem
n con una mezcla de súplica y dolor. Pero yo no la escuché. Solo
Marco no es así", dijo Lara, intentando consolarla.
o la amaba. Nunca la amé. Ella er
a preparado tu comida favorita. Te
pedir perdón. Nunca más. Soy solo un

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