A PIÑE
mi teléfono me sacó de
n men
e Gerardo. Mo
hablamos ayer? ¡Tenemos que empezar con el pr
mensaje era un puñe
oceso. I
Gerardo, de anoche,
alofrío. El lado de la cam
de la puerta del
isa, con una toalla al
só en mí, luego
rcida se dibuj
ad? Obsesionada
no había burla en sus ojos.
cir, mi voz ap
me habías contado s
ombros, como si fu
abes. No hay na
tiendo", dije,
n vitro? ¿P
mó por los brazos y me emp
ero era un gesto d
amisón, ligero y sedoso,
oleada de
n mi cuerpo, y por
gaz, in
se
ndurecieron. La puerta de
camente, como
o, su voz helada. "Así na
egunté, mi voz se elevaba en un crescendo de desesperac
de sus labios. Era un sonid
r eso, Martina. Ya
itación, dejándome sola, la palabr
Qué significa
o tiempo
ntré en el coche, rumbo
cía, su rostr
pregunté, mi voz c
, sus ojos oscur
, dijo. "Para
vo. "¿Al hospital?
o el coche frente a
accionar, me sacó del coche, no con delicadez
toda emoción. "Todo está arreglado. Tendrás un h
da era
ntinuó, su voz bajando a un susurro cruel.
helada. ¿
anta. La humillación me
uel?", logré decir, mis
arga se dibujó
a, no entiendes
u aliento fr
arsa. Un contrato. Para salv
as taladra
ara un fin. Una inc
o se de
entino, mi visión
caí al suelo, la os
ánto tie
lanca, el olor a desinfectan
nclinó sobre mí, s
eiro, ¿se enc
pero mi gargan
dor. Era una sal
staba
", dijo la enfermera,
epararla para e
. La palabra
?", pregunté, mi vo
ardo entró en la habitaci
, su voz sin emoció
sto?", pregunté, mi
ercó, sostenien
ovárica, señorita. Para l
o pod
scalofrío
dije, mis ojos implorando
ojos fríos
Martina. Es un cont
s lágrimas rodando por mis mej
curvaron en un
ara nada más que para esto. Para que fueras la in
nótona, ahora estaba
lo peor que te he hech
lor agudo e
la enfermera. Es
gué, mi voz se romp
, su rostro a cen
? ¿Crees que tienes alguna
on fuerza, sus dedo
rpo es mío. Y har
scalofrío
ento. Era la violación d
quilación
n de lágrimas, pero
De una rabia
el placer de
é, mi voz llena de veneno.
amplió, una
Martina.
odo se vol

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