img Mi cumpleaños, su cruel traición  /  Capítulo 2 | 9.09%
Instalar App
Historia

Capítulo 2

Palabras:1384    |    Actualizado en: Hoy, a las 15:17

na

ero no quedaba nada. El pozo estaba seco. Le había entregado todo durante siete años, y ahora, solo era un recipiente vacío. Empezó a h

-¡Alina, espera! ¡Hablemos de esto como se d

Me alcanzó, agarrándome del brazo. Su agarre era firme, familiar, pero esta vez se sintió como una jaula. -¿Qué es, entonces?

lté del brazo, sorprendida por mi propia fuerza-. Es real. Todo. El abandono. La

mpre eres tan desconfiada, tan dramática. ¡A veces me haces sentir que no puedo respirar! ¡Todo lo que ha

marcando las casillas de sus tácticas de manipulación habituales. ¿Hacerme el problema? Listo.

cara, su mano flotando, antes de retirarla en el último segundo, quizás recordando las cámaras. Se conformó con una palmada reconfortante en el cabello. Los fans, por su

harta d

ado por una caricatura de ambición y egocentrismo de Hollywood. Esta persona parada frente a mí

lda para siempre. La finalidad de las

, su rostro se endureció. -¡Bien! ¡Vete! ¡Cua

ó detrás de mí. N

perta en minimizar mis necesidades, en ser la "novia comprensiva" que nunca causa

en que arrugaba los ojos cuando se reía. Así que planeé una visita sorpresa. Empaqué meticulosamente sus galletas caseras favoritas, su marca de café preferida, una bufanda tejida a mano para las noches frías en el

rucial. Llegué justo cuando el director gritó "¡Acción!" y Javier y su coprotagonista, no Karla, sino otra actriz, estaban enfrascados en un abrazo apasionado, sus

compañera, se cubrieron instantáneamente de furia. El di

? -siseó, su voz baja y peligrosa. El Javier tranquilo y sereno, el que siempre encantaba a todos, se ha

-tartamudeé, las lágrimas picánd

n día de campo? ¡Acabas de arruinar una toma, Alina! ¡Una toma cara! ¿Tienes idea de cuánto cuesta esto? -Gesticuló salvajement

s simplemente confiar en mí? -Incluso pateó la canasta caída, haciendo rodar una

da. Me quedé allí, completamente humillada, con las lágrimas corriendo por mi rostro. -¡Eres un

una escena en mi set? ¿Porque espero un poco de profesionalismo? ¿Sabes

gritos furiosos desvaneciéndose detrás de mí. Corrí hasta que me ardieron l

odilló, con lágrimas en los ojos, rogándome que me quedara. -No puedo perderte, Alina -susurró, con la voz quebrada-. Eres mi ancla. Mi todo. Lo siento. Estaba estresado.

diota, me qu

de su arte". Usaba esas palabras como instrumentos contundentes, golpeando mi autoestima hasta que estaba demasiado magullada para con

ro de concreto entre nosotros. Lo miré, su boca todavía moviéndose, todavía escupiendo justificaciones, y no sentí nada. Ni ira, ni tristeza, ni amor

enas por encima de un susurro, pero

argumento, una forma de atraerme de nuevo. Nunca me había visto así. Nunca me habí

ando hacia la puerta-. No voy a dis

ntemente quizás, que esta vez era diferente. Esta vez, no queda

to que una vez llamamos hogar. El silencio que dejó esta vez no fu

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY