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Historia

Capítulo 2 Te quise en cuanto te vi llegar...

Palabras:3955    |    Actualizado en: 25/06/2021

y

se filtró por mi retina inevitablemente, ¿Por qué simplemente no dejaba de empeorar la

Nos cagaste

nico que me molestaba era el hecho de que yo también estaba en la incert

Bebe que yo haré lo mismo

l problema, querida. Dime, ¿No quieres mejor ir al segundo piso y saltar desde ahí hasta la pista? Digo, eso sería más rápido y eficaz.>> Ahora que lo mencionas… <

era loca, hasta mi propia consciencia me irritaba en estos momentos. Volví a servirme un trago y me crucé de brazos en

o una chica, indudablemente ebria, bailaba sobre el escenario; no pude evitar recordar la vez que había hecho algo parecido para el cumpleaños de Pía, la diferencia

cía esa misma frase en lo que iba de la noche, eran las misma canti

y Luke. Bufé desesperada y me dejé caer en un banco vacío que encontré, ya había saludado a mi primo, eran apenas las doce y él ya estaba perdiendo poco a poco l

o, me correspondió el gesto y entabló conversación con Agnus, nuestra pequeña minion. Sigo sin comprender el motivo de haberle sonreído, ni si quiera hemos hablado alguna vez. <> Ah bueno, por lo que sea me da igual. <

iento al tiempo que movía mi cuerpo al ritmo de la música. Busqué a mis amigas o a mi prima pero todas se encontraban en medio de la pista bailando. Fabiana le bailaba provocativa a su novio, Ryan, es un cretino completo y sigo sin comprende

rato sin que implicase un ligue antes de irme; últimamente me sentía vacía y aburrida de todo, nada me contentaba, ya no me sentía como yo misma. <

on Agnus, el segundo bailaba y conversaba con ella; cuando Damián notó que los miraba hizo ademán de querer acercarse, por su forma de ser se notaba que era limeño y er

caparon de mi boca sin ningún tipo de filtro. <<¡Qué delicadeza para hacer pregunt

bello era de color negro azabache o bueno eso me pareció por la poca luz del lugar. Era de contextura un tanto gruesa y todas sus actitudes denotaban al típico adolescente de ciudad, de

nus que se removía inquieta en su lugar, ya estaba algo picada por la for

te diga que no. Se le ve más tranquilo y amable, dudo que pase algo…>> Pero,

él me miró sin decir nada y no se me ocurrió na

ue los cuatro bailábamos a un lado de la mesa qu

no había intención de hablar por ninguna de las dos partes, cer

e está casi llena en el último escalón.- La voz de Agnus me hizo a

de los dos jóvenes, el contraste entre la altura de Agnus y Damián

uieto. Nadie me decía que no podía hacer lo que quería, le arrebaté la botella de las manos a Agnus que me miraba divertida y me acerqué

n él con la botella y tomé un pequeño trago de esta, se la devolví a Agn

esión alguna.- Si tú lo dices.- Se dio la vuelta y siguió “bailándole” a su enamorado que en ese instante parecí

pero hice una pequeña broma con Damián. Siendo del mismo lugar, sabí

esas bromas había colocado a Luke delante de mí dándome la espalda, hice que se inclinara liger

a así que no hice nada por apartarlas, compuse una sonrisa y seguimos bailando. Mientras lo hacíamos, me detuve en cada una de sus facciones. Sus cejas eran pobladas, sus labios eran finos y algo atrayentes a la vista, no era muy alto ya que me llevaba unos quince o quizás unos centímetros más, su piel era bronceada y lo que más captaba mi atención

**

u

tiva, pero había algo más que solo su físico. Su forma de bailar me estaba prendiendo poco a poco, ella sonreía, en sus meji

a mi parte más sensible, maldije por lo bajo al sentir como poco a poco comenzaba a ponerme duro. Para mi buena

la mesa donde estaba el trago y se sirvió un vaso. Me obligué a despegar la mirada de su cuerpo y me

ar?- Observé el reflejo de Damián al lado del

te que perro de la calle y me vienes.- P

amigas por una chica que apenas y conoces ¿Verdad?>> Pero, podría conocerla, espera ¿no estaba hablando con cosa dos? <<¿Con quién?>> Es que les puse nombres, claro tenía que buscar algo que fuera fácil recordar, como tú eres la más calmada eres cosa uno y el otro por ser gruñón es cosa dos. <> Nos, es demasiada gente; solo a ti. Hay que

cambiar de consciencias. <> Shh cosa dos, estoy

raro y acercarse.- Solté una carcajada para nada d

traca rápido.- Le guiñé un ojo con picardía.-

con la cabeza, Eitan ya se había atragantado con ese pas

sol más que poner, estuve a dos segundos de irme por otro camino e irme del lugar. Digo que estaba a dos segundos porque entonces la morena sonrió ampliamente a

ía negro, no estoy seguro ya que la luz del lugar no ayuda mucho, lacio hasta la mitad de su espalda; sus ojos eran oscuros y profundos, podían hacer que te perdieras en ellos, tan hechizantes es la realidad. Su sonrisa era algo digno de admirar y hasta podía embobarte de

volviste, te está mirando, idiota.>> Cosa uno, te est

hoyuelos, sus labios eran rojos y llamativos, no procesaba nada ni siquiera atinaba a devolverle la sonrisa, solo podía ver sus labios. Dejó de sonreír y en su mirada algo cambió, sin darme cuenta me había acercado lo suficiente como para sentir su respiración en mis labios, su mirada iba de mis ojos a mi boca y de regreso, solo un poco más y podría sentir sus labios contra los míos.

psiquiatra, el hecho de que tenga tres consciencias no es nada normal ¿Y a esta

cada vez que hablaba podía sentir su aliento chocar

o y ambos reímos, volvió a cogerme de la mano y me guió hasta l

er vale oro.>>< ¿En serio Rafael? ¿Te emocionas por qué una mujer te da alcohol?><< Ay ya cállate nenita.>

ña carcajada de satisfacción. Se volvió a girar dándome una imagen de primera mano de su enorme trasero; pero como siempre el impulso fue más rápido que la lógica, cuando lo analicé bien mi mano ya había impactado contra su nalga derecha. Me qued

vuelta pegándome su trasero en mi parte sensible nuevamente. Sentí como lentamente mi amiguito iba levantándose,

siempre arruin

perara un momento ya que tenía que arreglar un problema, asintió y luego vi como Pía y Alana la arrastraban más al centro de la

pasó, basura?

erándote adentro, aún no le has robado ni un s

na, anda tú solito. Solo déjame las llaves de la m

oda la frescura del mundo, lo miré se

xpresión alguna, la sonrisa se me borró de inmed

presto cinco sol

lo mismo, estaba bien idiota si creía que le daría mi moto y me iría en una particular. <

n un taxi. Yo vine acompañándote, ¿Y me vienes c

cusión sobre algo que era de mi propiedad.- Hagamos algo, vete en la moto

planearás quitarte?

en, fue la hora que

llas. La ubiqué a un lado algo apartado del tumulto, estaba cruzada de brazos y observaba el escenario con una sonrisa, mecía su cuerpo al compás de la música. Caminé hasta ella con algo de vacilació

te su aliento se mezclaba con el mío, necesitaba más de ella. <> No le refutaría nada a mi consciencia esta vez. Sin pensarlo dos veces me acerqu

a besar; su mano se entrelazó con la mía y volviendo a darse la vuelta terminamos de ver el espectáculo abrazados, me

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