del culo, el ano late intensamente y se estremece. Fluyo profusamente y se escuchan sonid

de nuevo con l

con el tiempo podrás satisfacer a los hombres. Y quiero que recue

la desorientación. Probablemente nunca me vendaron los

, tirando del pezón hacia adentro. Una vez más quiero correrme del deleite que envolvi

cabeza a todo vapor. Los labios se abren y se llenan de un gemido de alegría. El hombre cambia al otro

tornillado a medida que penetran, como si estuvieran cerrando y abriendo la tapa de una botella. Mi cuerpo tiembla con un pequeño temblo

liente. ¿

alé autom

todo será

o mis piernas sobre sus hombros, se inclina, llega a mis pechos

oco y lucho p

Me estremezco de nuevo y los malos pensamientos se arrastran de que tal cosa definitivamente no encajará en el ano. La ironía del destino: nunca p

ente alternan agujeros, presionando las paredes, entrando, desplazándose en los agujeros de apertu

er y exige continuar. El hombre vuelve a poner la cabeza del pene en la entrada del ano. La sensación e

xual, generalmente me quedo callada sobre el ano,

encanta cuando jovencitas como tú

urante el sexo, nunca muerdo.” Ni siquiera lo pensé. Pero quizás ahora sea apropiado. Lo morderé

u aliento

a. “Todo el mundo pasa por esto, no eres la primera ni

anal. Mis piernas todavía están sobre sus hombros y creo que si se

idad hacia el intestino. Siento dolor y contracciones, un grito se escapa de mi garganta, mi cliente se inclina bruscamente y me presiona contra

oductor hacia mí. El tronco del hombre entra lentamente más y m

. Entonces funciona como un reloj. Recordarás tu primera vez durante muc