img El secreto de su voz  /  Capítulo 4 Cap|2. | 7.41%
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Historia

Capítulo 4 Cap|2.

Palabras:2839    |    Actualizado en: 08/08/2021

mientras caminaba, seguí leyendo. Respiraba paus

a me aburren. Pero no te asustes.

rque él me lo pedía, sino

la abrí suavemente. Había una radio encendida

r alrededor de la radi

. Tomé un último respiro y me agaché, con mi cuerpo temblando. Mi mano izquierda empuñada la coloqué cerca

ritó, después

y dura. Su voz estremeció mi cuerpo y colapsó mis nervios en cuestión

no grit

ensión asusta

minutos después de nuestr

es t

te solo había pensamientos opuestos y confusos. ‹‹¿Tard

ría por tener otro

acia delante

riste, nostálgico, su voz

Ahora presta atención y haz todo lo que pida

todo est

is piernas y las crucé. Dejé las cartas al lado de la

ndo sonidos de

ra ese s

y bajaba en

e escuché de la calle

de aquel dí

urrido con Julián una hora después d

en dirección a mi vecindario. Corrí detrás a ver qué pasaba. Cuando llegué, era el auto del papá

ero el esposo estaba con ella, así que él no manejaba. Volteé hacia el carro

oda su ropa llena de sangre. Había

hos. Todavía en mi mente se mantenía

de esa manera. Ellos no tenían la c

mensaje oculto det

quiere decir que estás dispuesta a todo. Hay reglas que debes cu

er y cómo hacer cada cosa. Y con información sobre

ndiente de t

entos estoy

tu respi

o profundamente est

ue pida. Me l

frío y calculador, lo desconocía completamente. Los nervios comenz

suelo y salí corriendo. Con mi mano derecha tocaba las pare

a broma de m

arme, no sabía l

e hacía difícil. Abrí la puerta de la cabaña bruscamente, con mis piernas flaqueando de

ave, pero no encendía. Estaba comenzando a exasperarme. Intenté de nuevo encenderlo, pero solo con

jen todo esto. ¡Pa

té, por temor a lo que pu

té la batería a tu auto. No te escaparás tan

a ir a P.I.A.P., prefería irme caminando a casa o a cualq

ría eso… ¿Qué pasa, Ni

hacia mi alrededor—. ¡¿Qué quieres de mí, Seb

o, mi cuerp

emente mala, como par

e hice?!—grité a todo p

mi ce

lores

a. En cambió yo a ti t

que no me puedas ver. Solo ve a la ca

gica para todo eso. Sebastián estaba usando un juego muy espantoso para

s lágrimas

brí la puerta y pasé. Sonó una vez más mi

e cóm

. La pantalla estaba en negro, pero ya comenzaba a aparecer unas fotos de Lisa, Sebastián y y

todo. Mí llega

mirada y su cabello despeinado, co

osas nunca

siera que lo miraran, o que no pudier

ando. Por ti no me quería dejar vencer. Jamá

las quitó. Tenía un nudo en la gargant

e hacerte daño, pero e

ti. Tal vez no entiendas de qué hablo, pronto lo sabrá

uy bien. Cada detalle para que no me descubr

van a descubri

ereces sabe

manos en la cara y respiró pro

anuel Cervantes, el chico

quien todos molestaban por ser gordo

enzaré todo

lador. Una máquina de maldad que tuve la desgracia de co

me había acercado a él. Pero a

men

e que era, no hablar de nuestro pasado con nadie. Manuel escuchó todo y salió corriendo. Yo me quedé mirando hacia el callejón al percatar que alguien estuvo ahí. Mi padre al parecer no percibió nada extraño y se dispuso hacer una llamada, así que no quise decirle a papá sobre lo que acaba de suceder. Er

a tratando de recordar algo qu

muy nervioso. Me dijo que jugaba con una pelota y lo rompió sin q

la quiebra y mi madre regresaría a la cárcel. Me asomé a la ventana, pero no había na

o quería que no se supiera lo de mi pa

mi padre era importante que eso no se supiera y cómo le diría yo que todo

ndo te dije que te fueras con Lisa, te inventé que estaba muy cansa

e y lo sabes ¿Quié

iendo en mí, así que s

muy extraño, en donde nunca había estado. Pero

sa la llamó para que saliera con él. Yo me quedé esp

espués me obligaron a ent

aste?››,

s de los robos de esas semanas? Lo que nunca entendí de todo eso, es que ninguno de nosotros tenía

de uno de los chicos, no había un motivo, solo lo hizo para demostrarnos quién mandaba. Los demás se reían. Yo lo miré y luego con la más amarga decepc

ona a parte de Manuel? Me gustaría saber quién fue el chico que corta

conocí. Todavía me pregunto ¿Có

n disco compacto. Me levanté y comencé a buscar por la mesa y los cajones, no había nada más, los cajones estaban vacíos y en la mesa s

a, era la misma radio que estaba en la habitación. T

legre como tu voz. Se llama The Reason de Hoobastank, por si quieres escuchar

nción, la escuch

r viejos momentos y tocar su cabello, por unos instantes››. Eso era l

edio de las sombras… Tú eres diferente, recuerdo que no te gustaba la ropa de moda, solo algo con lo que te sintiera

a tu ritmo, sin darte cuenta de lo que los dem

llorar con lo l

siempre hermosas. Peleaban por ver quién era más bella.

››. No se me hacía justo que pus

os chicos. Yo sé que

dió. Tú pasabas por el lado de esa lista evitando tropezar con al

o resultado, lo único que

a cambiar por una lista, es

teca a terminar tus tareas, sin saber q

e entonces aún está vigente. Desde aquel momento, con tan solo cua

ije, es que yo era

sorpr

acían con ellas. Cómo las mostraban y lo

l era el que criticaba. Yo aún no entendía por qué era ta

enfermo mental y un re

más crudas que escuché en mi vida. Era su odio tan grande,

nrisa irónica mientras hacia un juego con sus dedos, tocando una por un

lo hacía por obligación, la culpa era tan grande que dormir

me obliga-ron a crear la página más asquerosa de mi

aras?›› me pregunté, aunque intuía la

a de las chicas seleccionadas a tomarle

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