arcajada. Me he burlado de mi jefe en su cara. Pongo mis manos en la cadera haciendo un extraño baile. A
, señor?—pregun
a un café bien cargado—res
amino hasta la cafetera. Preparo el café
Entro con la taza de café y
ble. Él me mira mientras bebe un poco de
to?!—grita con aires
ndo obvia y
el café lleno de azúcar?—pr
í que le traje como le gustaba
na su empleo—salgo como alma que lleva el diablo maldici
se divierte con todo lo que me pasa porque, ¡solo es cosas malas joder! Cuando termino camino
zúcar, señor—digo gruñendo y m
secretaría del año?, retírese—a
el suelo y mi cara debe de ser una idéntica a
era su padre que trabajaba, el trabajo de un día que me da su hijo, él me lo daba en un
e redactar todo—ordena Oto y miro el r
hora de almuerzo—
tiene, para que lo lleven a un hospital y descubran que lo mandé a un coma de por vida. Resoplo y trato de mantenerme serena, pero al parecer el plan de este
pregunto sin despegar l
los de Oto que me miran con diversión. Al parecer soy el juego de los hermanitos Russe
—respondo sin despegar la vista del computa
clavizado—me d
que... Permiso—pongo mis auriculares ignorándolo por completo.
en trozos con una navaja a Oto por ser tan maldito c
cara de hambre que me delata. Lo veo llegar con una enorme sonrisa que quisiera quitar de
nroe—siento la burla en cada una
eloj y son las 13:56—en la empresa de
me dice?—pregunta arre
ba y no tengo su número—mi tono
tas cartas—ordena y cuando se da la vuelta para caminar hacía el ascensor
puente. Tendré que ir a una iglesia porque el día de hoy he maldecido más que
una Julia con una bolsa de comida me mira.
como si fuera la primera vez
ambre y el señor maldito no me ha dejado ir a comer. Devoro todo rápi
ulia—ella solo me sonrí
migo trajo tu coc
rno. Me levanto sintiendo mi cuerpo adolorido. Hoy no iré al bar y menos con Oto husmea
e solo recordar que ese ser existe. El
a vista mi coche, pero no lo veo. Cami
coche?—pregunto al no
el auto de su amiga donde estaba el suyo—siento como una
coche? —no quería sonar brusca pero el
ciéndolo, es un maldito de lo peor. Le llamaré señor maldito. Le queda bonito y hasta podría decir que combina a la perfección con el c
frente a mí y yo siento como la sangre deja de circular en mi cuerpo. Me tiento a ver
a atropelle de verda
die—es lo único que le digo y sigo buscando mi auto
trabajo?—preg
l coche y arranco de manera rápida. Lo veo con u
. Hace mucho que no hago más que trabajar y t
aste tanto?—pregunta Ju
l mío—ella suelta una carcajada y yo la fulmino con la mirada—voy a tomar una ducha, luego bajo—subo a mi habitación
na pijamada, por si quieres v
acuerdo cuando Alex se me lanza dejándome
eres muy
tica y todo demás. Levanto la mirad
nita—saluda
e masacrar—todos sueltan una carcajad
sol puestas y un traje de... ¿Cenicienta? La mesa se llena de carcajadas mientras e
uciana la cual nos ignora y nos saca la lengua de manera madura. Una cena muy amen
rito de fiesta mientras yo me ol