an Br

consulta, —la médica me da la mano en forma

agenda llena, —anuncio

hago una mueca pero sé que ella tiene razón. —Lo cite

qué mo

—asiento recordando cuando lo dijo. —El que lleva ha disminuido su c

uedare estér

e quedarlo dentro de varios años más, —nunca me he imaginado con hijos a mi lado. Tengo treinta y un año, no me r

ndo, —m

sus efectos también, —escrib

o cuá

diferente en los paciente, —lo que menos quiero son los dos último

me pongo de pie y

hablar con ella. Su vida de lujo seguirá junto a su esposo e hijastro, son dos zánganos y solo saben derrochar dinero en cosas caras, pero me vale poco mientras se mantengan lejos de la empresa de mi difunto padre. El timbre de mi casa me saca de mis pensamien

lo matare» cierro la puerta y camino hacia mi habitación para poder colocarme un pantalón de chándal y una musculosa. Cuando regreso a la sala

copa que tomó a regañadientes. —¿Me puedes explicar que es todo esto? —Atrapo el pu

quiero que te diviertas

bien que odio que otras personas i

dos bombones conmigo, por cierto la rubia es

e mi apartamento, —mascullo tensionando mi quijada conten

cha, —Solo toma una copa con

ndo éramos unos adolescente, él siempre fue el de las citas y salidas con chicas, yo por mi parte era el raro nerd con frenos que nadie se acercaba hasta que entre a la universidad y

ado? —Miro a la ch

que comentar, —

o, —Tu amigo y mi amiga están íntimos, —dirijo mi mirada a

o poniéndome de pie para ir

privado con la botella de vino y la copas, suspiro y señalo el sofá para que se p

…

amente a tener algo más que una plática con ella, suspiro caminando por la sala para recoger todo el caos que dejaron aquí y al terminar me fui a mi habitación para darme una d

stente de Alexandro me recibe cuand

Cuestiono caminando a mi oficina

a, yo estaré a su lado, —anuncia a lo que

acer fiesta imprevista en mi casa

e encontrarla dentro de mi oficina prov

rta y camino hasta mi sillón, me sie

ta airando su pelo, —Debes respe

en billete para que lo mal gaste junto a tu

n excelente ho

ñalo y enciendo mi computador, —Sino

en el testamento de tu padre h

stamento, —y se la razón por la que me ese viejo descarado

te da un plazo de tres años

quitaras la empresa? —Cuestiono con sarcást

el mando, pero solo será hasta que cumplas

sito todo por lo que mi padre ha traba

tera. Llevo mis dedos al puente de mi nariz tr

totalmente lo

tu padre, —se pone de pie y toma s