img El santo millonario  /  Capítulo 4 II | 5.33%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 II

Palabras:1288    |    Actualizado en: 21/10/2021

a Ber

cabello para que siga con lo que hace. En cuestión de segundo llego a mi orgasmo, suspiro y observo a

ón de por qué lo freno, —Debo irme, —salgo de la cama para buscar mi ropa y

de esta manera? —Cuestiona s

er esta cita que me costó tanto conseguir por un polvo, me cambio rá

u brazo por detrás de su cabeza

lir de su apartamento. En el ascensor llamo un taxi después de ver

e detiene frente de donde vivo, pago y bajo del auto para entrar al edificio. Observo el letrero en el ascensor que dice fuera

días, —mi guapo

ciado del edificio? —Lo miro con una

Arturo no me de

s su peq

zos, ese es uno de los mejores métodos anticonceptivo que

que se ve, —suelto

piso de abajo. Entro a mi dulce hogar y no me doy tiempo de mirar nada porque se me hará tarde para ir a mi entrevista,

do esto me paso para el baño donde tomó una ducha rápido y luego me visto con lo escogido

obre mis labios para revitalizar el color rosa de estos, so

, tomó la carpeta con mi información y roció rápido perfume cayéndome un poco en el ojo «Genial» salg

retaria ejecutiva en Industrias Bristol Imports, son los mejores importadores de pieza automotriz y

el joven de recepción, sacándome de mi impresión p

ro de dos minutos, —respond

lo regresa con un pase de visitante. —Vaya hasta el ascensor y

spero tener s

y tiene una linda sonrisa. Observo al hombre de traje ajustado a su cuerpo

es ronca y profunda dándole

espondo dándole una so

e con el señor B

as, su

ón metálico que enseguida se pone en marcha al piso que voy y agradezco a mi ángel guardián de que este n

uelta y me hace seña para que la siga hasta la puerta de mármol. —Quédate aquí, —entra a la oficina y después de varios minutos

ro es de un señor cincuentón, creo que debí investigar quien maneja la e

ara mirar al escritorio donde se encuentra un chico mirando su computador y tecleando en ella. Este como permanezco callada alza su

ndo de no trabarme, este señala la silla frente a su e

rita Berlusconi, pero al mismo tiempo

, él entrelaza sus dedos sobre el escrito

mejor que no sepa la respuesta, ya que yo si

za, —mascullo ya qu

ojos sorprendida y no puedo creer que

idad, —siento unas horribles ganas de llorar, no puedo creer que he fallado en conseguir el puto empleo, salgo de la oficina e

do al chico de hace rato,

des creer que no me contratara por llegar tard

salir a tomar un rato contigo, —p

brar mi fracaso, —suelto co

cuatros? —Me mir

os números y por lo menos sacare algo bu

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY