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Historia

Capítulo 5 La gringa del hotel

Palabras:1893    |    Actualizado en: 25/10/2021

o donde Mariam no revisaría porque no mostraba en las pestañas los mensajes. De igual forma, desa

e padrino del libro de uno de mis estudiantes de la universidad, que

. Me levanté emocionado. Ya Mariam había pr

Barcelona. Soy padrino del

tomando mi rostro entre sus manos

ias a Alejandra. A veces creo que las mujeres deberían celebrar qu

Avise a mi secretaria para que suspendiera cualquier reunión del día.

y lujoso y reconocido. Cinco estrellas, playa y piscina. Metí un bermuda que me regaló Mariam, el día de mi cumpleaños. Aún no la est

mentos. Llamé el taxi y me pasó recogiendo por

mi boleto de avión. Me senté a esp

iscurso. Recordé que no había leído el libro. Abrí mi bold

cilla y por ello, no me fue difícil reseñarla

illos, caminé hasta el área de fumadores y ence

orre corre del viaje. Alejandra, que mujer tan excitante.

me siento en el asiento 23, por suerte da hacia la ventana y está relativamente cerca del bañ

ro, hojeo y escojo al

e que naufra

mirarme de

ero i

as coralinas que se esconden tra

o ser el primero en vivir en ella

frago d

o es mi

entró a mi e-mail, busco su

rías y bebidas. Tomo una soda y un paquete de

bía olvidado escribirle para de

ondo, disculpa mi reina

stés en el hotel. Esta noche me quedo dond

. Hablamos

e saber decirles lo que ellas quieren escuchar. Realmente no me importaba a

un poco la letr

didn’t

ood as I s

didn’t

ften as I

rase por frase. “Tal vez no te

hora, han transcurrido ya cincuenta minutos en el aire. Me colocó los audífonos. Para oír un mensaje de Mariela,

llamo al lle

se oye la voz

cer totalmente desconectados hasta la apertura de las puertas. Les rogamos tengan cuidado al abrir los compartimentos superiores ya que el equipaje puede haberse desplazado. Por favor, comprueben que llevan consigo todo su equipaje de mano y objetos personales. Les recordam

rrizaje. Según dicen los especialistas sobre ese tema, es generalmente donde se presentan las

vacío” pienso e voz alta y me estremec

destino, tampoco imaginaba que tal vez ese ser

i

a. Pero podía ver la belleza con la que fue diseñada. Había un tobogán de casi cuatro metros de altura. La pisci

a años, estaba sentada en la barra, me acerqué y pedí un trago. Ella me miró algo altiva. La ignoré por completo. Qu

iscina. A pesar de verse un tanto mayor que yo, era innegable que poseía una figura b

. Dejó caer su vestido y se lanzó a la piscina. Era una mujer un t

sirena–

entendiese lo que le d

una herm

mente

cuse

. I am said that you

inó hacia la escalera, salió del agua. Parecía realmente una sirena.

brillar su cuerpo dando a e

, señalando en el bolsillo de mi chaqueta, la cajetilla de cigarrillos. Tomé uno, ella

eak spanish

spondió con

me miraba con deseo. Era hermosa y aparentemente estaba sola. No llevaba anillo

he y el bartender, nos informó que era hor

otro lado se veía las luces y la gente afuera tomando.

número de

wenty

La mía es

y ne

paniar para yo c

re

darse. Llegamos al segundo piso y caminamos hacia su habitación. Ella abrió la

vera, hay

ras abría el refrigerador y

se desnudaba por completo. Ella se dio cuenta de que la observaba

tomó, se acostó en la cama y comenzó a

mi c

sus labios y caía sobre la sábana. Sentía como se contorneaba y chocaba su pelvis

gestos y oír

ah, pleas

de espaldas a mí. Coloqué mi pene en su vagina y a

acer, yo intenta

emblar. Así que fui por otra cerveza.

que me quedará esa noche en su habitación y tuvimos sexo hasta el cansancio. Así que esa noche fue

ruido para no despertarlo. Estaba agotado y tenía

jes de Mariam y cuatro llamadas perdid

r al hotel. Perdón por no escribirte. Voy salie

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