l caer sobre mí con un disparo en su pecho y uno en su cabeza, la aparto y miro confundi

jo no sé cuántos sobrevivientes hay aun —está bien Elmec vamos para haya —Cheise adelante, responde —Leo estamos atrapados, ay muchos escombros por aquí —estamos por llegar solo resistan, Elmec, tú y Martha intenten vaciar el campamento llévenlos a la ciudad que se replieguen, sé que es un gran reto diez hombres incluido mi padre contra cientos de Solders, los acorralaran en una de las esquinas de un callejón para mantenerlos ocupados , el campo donde se encuentra el bunker está totalmente vacío hay escombros por todos lados y muchos hombres, mujeres y niños sobre el suelo muertos, tengo que apartar mi mente de esos pensamientos desagradables porque sé que no puedo hacer nada ahora que ya comenzó, miro la estructura y está hecha pedazos no queda nada, me acerco y hay montones de pedazos de concreto cubriendo unos cuantos metros, encontramos un pequeño agujero por el cual podía ver las escaleras es angosto pero cabe al menos una persona por ahí, Leo ata una cuerda a su cintura, engancho un arnés, también pongo uno de repuesto lo ajusto y se prepara para bajar, me mira diciéndome —necesito que cuando los suba intenten quitar los escombros para tener más espacio y poderlo sacar, de acuerdo amor —sí, ten cuidado quieres, la profundidad del bunker hacia el sitio donde se encuentran es de unos siete metros, usamos una roca como soporte y deslizamos la cuerda por ella, lleva una linterna y un auricular conectado al radio —que pasa abajo Leo —hay muchos escombros aquí, los removeré para pasar, ya moví unos cuantos pero hasta el fondo hay unos más granadés que impiden el paso creo que tendré que volarlos, usare una bomba de corta distancia —seguro que no será perjudicial —lo mantendré controlado, se oye un tronido fuerte y hay un pequeño movimiento en el suelo —está todo bien —si cariño, responde tosiendo un poco, puedo ver como la cuerda se tensa, mi madre y yo la sostenemos y comenzamos a tirar de ella cuando Leo nos lo indica —amor Cheise subirá primero necesito que sostengas fuerte la soga, comenzamos a jalar y puedo verlo, está bien su

tengo que llegar haya para terminar con esto, cortar la energía y darles tiempo, veinte minutos más tarde estamos llegando al muro, hay dos camionetas más detrás de nosotros, Matiu, Trabis y Anderson se las han robado a varios gua

ícil detenerlos sin cortar antes las ramas que los mantienen derechos a su propósito, entonces que debo hacer capturarlos, acabar con ellos, no es momento de pensar debo actuar ahora esto no debe ser impedimento para nosotros, así que solo disparo sin mirarlos y sin pensar en ellos solo en los demás, estamos dentro y nos dirigimos a los pisos superiores donde está el suministro de energía, llego a las computadoras centrales, está conformada por 7 monitores y tres individuos las vigilan, desde ahí controlan a los Solders les dan órdenes y ellos obedecen, es como una especie de chip que esta incrustado en la muñeca por eso la marca y el pinchazo a la hora de entrar, es una especie de vector que agudiza los sentidos y te hace sensible a la recepción de señal el cerebro se paraliza y deja a todos en estado de shock, después de eso no saben su nombre ni quienes son, por eso el cambio de color en los ojos de Estin Robin, son receptores si logramos apagarlos muchos Solder dejaran de atacar, es el proyecto Orbin, ese fue su plan, ella los manipulaba y no importaba si moría, si seguía los doce están a cargo, subo mi arma y apunto a los que están en el cuarto evito lastimarlos pero les pido que abandonen su puesto y salen de ahí, hay algo que no está bien, veo imágenes

n aún más, no tienen más remedio que hacer lo que ordenamos escucho parlotear a varios de ellos y luego de un momento uno de ellos me mira con frialdad y dice —sabes que has violado un sin número de leyes niña —ya no existen, acabo de destruirlas, no ve lo que pasa, ellos también se cansaron, esta guerra terminara ahora si se rinden —a qué precio, justificas tus acciones como actos de libertad, lo recuerdas no te lo dije, el día que creí que te rendirías, aun así niegas que eres una traidora y que siempre llevaras sus muertes en tu conciencia, de aquellos que te acompañan, de tu hijo que no vivirá mucho porque no se lo permitiremos, no dejaremos

camino ya se ha restablecido la señal de los radios, me llega un zumbido y escucho la voz de Fred repitiendo una y otra vez —necesitamos ayuda, nos tienen capturas, repito nos tiene, manden refuerzos, hay niños y mujeres muertos, los están ejecutando —Fred puedes escucharme, necesito que me pongas en contacto con el comandante de los Solders —escúcheme bien acaso no sabe lo que pasa, deje sus armas retírese ya todo a terminado —ríndase o matare a más personas —baje sus armas capitán, es una orden —quien te crees que eres —bueno si no lo harás por mi será por ellos pongo el radio frente a la boca de uno de ellos —dígale que pare —no lo hare —entiéndalo si no lo hace iré haya y are que lo

los muros que rigen esta fortaleza, viendo cómo me espera un futuro diferente, como logre darle a mis hijos una vida mejor, recordando que, de no haber

amigos en ese momento no era muy bueno, pero él estaba ahí, vivía a dos casas de la mía, de hecho casi todas las casas se parecían, siempre fue muy bueno conmigo, siempre estuvo ahí para mí y no lo recordaba, hasta que se alejó diciéndome que era por mi bien, que a

e Hurd, Estin Robin, la de Morrison, la de Emili y de mucho de ellos que fueron tan valientes para luchar conmigo, llego y veo a mi hijo despierto sentado sobre un

lrededor también está sonriendo, somos libres, lo puedo decir una y otra vez, somos libres, este día quedara grabado en la memoria de todos

e sostiene fuerte de la cintura —hola cariño, ya te sientes mejor —si mamá, te dije que la abuela estaba aquí, ahora si me crees —sí, tenías razón, siempre la tienes, volteo y veo a Estiben