investigación desde aq

a, su tono agudo y áspero demostraba que no estaba feliz por mis impertinencias —. ¿Tiene a

rodeada de ellos no me hace la menor gracia —argumenté buscando

mientras esté allá, le será de gran ayuda en su investigación. Requerimos un reporte quincenal mientras esté allá —iba a refutar pero elevó una mano haciéndome callar

i la vuelta y salí dando largos pasos fuera de aquel lugar. Caminé co

destruiría, pero aún así no era fácil para mí contenerlo. Tampoco la culpa de saber que tomé la vida de tantos de ellos, pero sobre todo, el temor, porque estaría prácticamente indefensa en sus territ

conviví en armonía con las demás personas, en el que fuí una simple profesora universitaria, me había sentido más mundana que nunca, con sentimos reales, inclu

empaco la mayoría de mi ropa. Puesto a que no sabía cuánto tiempo tardaría la investigación, no podía marcharme escasa de vestimenta. Cuando tengo todo l

ás de nuevo una asesina, no matarás por el beneficio de otros. Solo serás la investigadora del C

mi reflejo para saber quién era en realidad, para saber que era una persona y no un alma

añó que alguien viniera a visitarme, pues no soy de establecer relaciones con las personas. Dejo a

me con un rostro conocido. Extrañada por su vis

aquí? —pregunté cr

ica de cabellos rubios. Al igual que ayer lleva un pañuelo oscuro

ceda ser una de las elegidas del programa

alquier momento —. Usted no lo entendería pero mis sentimient

una presa fácil? —espeté duramente, mis palabras parecían herirla pero mi objetivo era hacerla comprender y despertar de e

e propia, es algo inimaginable, darle mi sangre es lo mínimo que haría p

ngre, nada más. Ahora por favor no sigas insistiendo —suspiré a

? —arrugó el

jaré la universidad por un tiempo. Así que p

rencor. Obvié el asunto y me dispuse a terminar de preparar la cena, puesto a que ya se había hecho bastante ta

er fácilmente en el sueño no había resultado un problema. Para cuando la mañana llegó yo ya había despertado, e

s expresas de dejarme en las áreas fronterizas. Mientras más nos alejábamos de las zonas pobladas, más densa se volvía la arboleda, hasta que llegam

e luego de frenar emitió un sonido quejumbroso y humeó con un olor de

ambos bolsos a los

y medio, todo recto. A menos de medio kilómetro de ll

iquiera me dieron algún documento que me acredite c

carse y mostrar su credencial como miembro del Consejo —contestó poniendo en ma