vi a José por última vez dentro de este lugar, fue tan breve y rápido nuestro encuentro prometiéndonos el uno al otro no aband

ue ahí poseía y así logre salir de este lugar y con un profundo silencio acompañada de mi

en lo más mínimo; de tal manera que al llegar lo primero en escuchar fue el nuevo reglamento que sin dudar era lo más parecido a los votos de una novicia, que después de es

José y poder estar juntos, nadie más, yo lo acepto y el a mí y es el

dre una mujer quien su vida no son más que labores domésticas disfrazadas de un maltrato por parte de mi padre un hombre alcohólico

imos cuenta yo y mi almohada, era tan inocente contaba solo con 8 años y en la pequeña aula que compartíamos en ese primar

ba un tanto retirada del pueblo no fue impedimento encontrarlo, fue muy gratificante verlo de nuevo

esperación que reinaba en mi por huir, aunque no estaba de acuerdo conmigo , pedí su ayuda pues c

erno beso en la frente aunque prometí devolver en poco tiempo su dinero la incerti

uir comida con las pocas monedas que sacaba de los bolsillos de mi padre, por su puesto mi padre aun no despertaba de los influjos

seguridad y tranquilidad de un hogar, la cerré para busc

utobús, pues no puedo explicar de una manera más clara la necesidad de huir d

lo miraban un futuro prometedor, mi corazón irradiaba de esperanzas que en el fondo aun sentía ganas de enamorarse como la prim

inero restante pero sin mas no puedo dar vuelta atrás así que a medida que el plazo para estar junto a José se acorta encuentro l

ia y a la cual igual que a la mía solo desean olvidarse por un inst

a su confianza y su futuro en mí, no puedo negar que me he llegado a enamorar como una colegiala inocente; he conseguido un emp

ontraría un trabajo y tendríamos una vida soñada después de aquel infierno que pasamos juntos, segura de que él me amara y yo a

ue tan repentino José y yo simplemente nos tomamos de la mano y salimos juntos de aquel lugar, su familia solo se presentó a firmar e

nuestro futuro; los besos sobraban entre nosotros y con algunos sacrificios ya había arrendado una ha

í y yo solo a él, su familia solo se acercaba esporádicamente a nosotros solo viendo nuestros defectos y mi familia en cambio fue a u

er haciendo el amor, pero me temo decepcionarlos sobre todo dando razón a ese viejo dicho “cuando el hambre entra por la pu

ban me había cansado de escuchar excusas vagas e incoherentes, pero aun así conservaba la calma pensando que de un instante a otro el abriría lo ojos y se daría cuenta que estamos

está José desvanecido entre su vómito y alcohol, inmediatamente lo levante del piso dejándolo sobre nuestra cama cerciorándome solo de su resp

se abalanzó sobre mí y de una manera llena de furia comenzó a patear en mi contra , aunque repentinamente paro , yo estab

de furia a un hombre totalmente compasivo, quien después de patearme corre a abrazar en med

nte pareja en un hombre tierno y cariñoso que ayuda con el sostén del hogar, pero hay días en los que por

necesarias para emprender esta lucha al lado de José, pedía todos los días al cielo buscando ayuda para José, pues lo amaba y él era mi par

uso salir con nuestras amistades, parecía que nada cambiaba en él , sus constantes cambios en l

ara algunos pensar cómo es que llegue a confundir el amor con esta relación cada vez más llena de altibajos, llegue al punto de

u familia buscando ayuda para él, sé que mi orgullo era grande más sin embargo era poco l

ntos profesionales, aunque mi primera reacción ante la propuesta fue un rotundo no, conforme los días pasaban se volvía cada vez era más agresivo ambos nos en

iese comprender que era un acto de amor lo que me obligaba a aceptar esta situación, sobre todo que esperare h

verlo a los ojos, solo pude ver su cara de incertidumbre al partir; no pude más, de la ma

librio deseado, recupero mi empleo, aunque no es el más deseado por los

a, comencé a pagar lentamente nuestras deudas, a dormir tranquilamente e incluso llegue a comprar algunas prendas para vestir, un lujo del que

uno de los pocos días de visita permitidos por la clínica , pero entenderán que sus ojos se habían vuelto una cortina a través de la cual ver la verdad se había vuelto una tarea difícil; nunca imagine caer ante las su

sta para afrontar la situación, al salir sus ojos se clavaron fijamente en los míos inmediatamente me percate que algo había camb

al abrir la puerta de nuestro hogar después de terminar mis labores me encuentro con la sorpresa de no encontra

namente alcance a ver a José sentado en la barra de un bar de la zona, junto a él una mujer quien no dejaba de acariciarlo y besarlo constantemente hasta ser correspondida; mi cuerpo se helo de pies

que hizo simplemente estaba justificado, puesto que yo había traicionado su confianza al entregarlo a la clínica, yo a

n haber recorrido un largo camino, su aspecto era deprimente, el simplemente llego pidió disculpas prometien

la verdad, no quería me negaba y al ver como las cosas entre nosotros transcurrían con normalidad a

cohol nuevamente amenazando mi equilibrio, inmediatamente pedí se fuera de mi presencia, creí que bastaría pero me equivo

, aunque inmediatamente comenzó a culparme pues dijo haberme llegado a amar en el tiempo en el que hemos estado juntos y la sola idea que lo poseía era la aberración

iel, jamás imagine ese fuese el motivo de lo ocurrido en días pasados, aunque parezca descabellado par

mentes rondaban por mi cabeza ,el dolor era innegable tanto que cada vez me hundía más y más dentro de mí misma ; no sentía más que una repulsión hacia mí misma y comencé a sentir un profundo apego a José quien a pesar de conocer mi

miento que se le pareciera; al ver a las demás mujeres siendo amadas por sus parejas constantemente rondaba en mi esa pregu

al destino no existía, solo una simple fantasía que nos

nan en mi mente, soñar es la realidad más bella donde cualqui

nuestro primer aniversario , la mayoría de los enamorados celebran su amor y aniversarios llenos de rosas y besos pero creo que para será un

ha golpeado hasta quedar inconsciente, despierto con mi rostro irradiando una profunda amargura y varios moretes, he lleg

imento y al igual que un hambriento soy feliz al recibirlas, no sé por cuanto tiempo pueda so

a en su adicción volviéndose a mi nuevamente una interminable suma de deudas, las cuales llegaron a tal punto de l

y miro al cielo tratando de encontrar algún tipo de consuelo y pidiendo a dios donde quiera que

ntos para quienes me rodean, no podía comprender por qué José no me amaba a pesar de todo lo que hacía por él, ni siquiera se detenía por un

aunque ese día llego mucho después de lo que yo esperaba , si pude comprender que la lastima no es igual al amor ,este último es un sentimiento que satisface n