el mesero con un vino de los
- Murmuro mi h
mientras me da u
uspiro Eva - O so
o una mueca- No sé, no lo r
nuestra reputación solo piensas en f
resentando la herencia y porte de nuestra fa
fuera para ellos ya no soy su hija- concluyó tomando
cambiaras
ro por den
to, llevaba un vestido pegado al cuerpo con 5 centímetros arriba de m
e de atrás el chofer solo movió sus ojos arrancando sacándome de ese lugar de mierda, la diferencia
borracharme hasta olvid
en un bar llamado "Bajo la luz roja"
ilegales y sexo era fuerte pero se sentía vida en
ras bebían porque habían entrado ilegal a
do encontrarme con el típico gordo o cualquier cosa pero a su vez me encontré con hombre herm
lo fijamente haciendo que riera, este metió sus m
e conocida- Hice u
edo saber
resarios y además mi Tatara abuelo era de la maf
ismo no recuerdo donde sinceram
otra copa
i sonrisa e
e a reco
e con una voz su
y E
.....
n títere de esta, ya estaba pasada de tragos lo sabía muy bien per
a, su gran paquete rozaba mis nalgas haciendo q
pero nunca
ioso?, donde solo estemos tu y yo - Sus
era su presa y
al estar solo y brinq
ome entre la gente hacia un pequeño lugar d
s fuerte, más violento, sentí un pequeño mordisco en mi cachete pero no me soltó me sigue lamiendo más suave, más tierno, como sanando la herida de mi chaquete, su mano subió despre
stante grueso, de un color rojo intenso, con unos diseños en negros, y a los pies de la cama un collar, con una corre
un poco de curiosidad, lo mire y luego que p
chaba los botones de los puños de la camisa lo sentía muy duro, sentía el olor q
e un pequeño gesto de dolor, y él lo volvió a hacer, y otra v
ción, mis senos ardían, se quemaban y él disfrutaba mientras yo
primero muy despacio y suave, disfrutaba de su olor, cada vez las lamidas eran más rápidas, mas húmedas, él estaba recostado en el sillón, me dejaba hacerlo a mi mientras me observaba, le gustaba, lo disfrutaba, y yo más, estaba tan ex
za, masculinidad mezclado con ternura, su sexualidad, me excitaba
s y más me excitaba, cada vez eran más fuertes los mordiscos, pero no me lastimaba solo, me excitaba más y más, el dolor se intensificó mientras sentí