n eso, me puse un jeans negro con una polera roja, la única rop

enía en mi pieza… “podría estar peor” pensé, miré la hora 5:30. Manejé hasta el café, llegué 15 minutos antes así que me fumé u

a gris. Entonces lo vi, en la mesa del chico que siempre me miraba, pelo negro, ojos miel, traje negro, camisa blanca y corbata gris, me sal

abía visto, no podía dejarlo ahí. Decidí fingir que era la primera vez

arc

r con la gente tenía que ser tan difícil?, era ridículo, daba entrevistas para prensa escrita y televisión, discursos frente a miles de personas y nunca sentía pánico escénico, eso porque preparaba muy bien mis discursos, per

que realmente no sé com

– pregunto

ablar, como si fuera una… cita – s

ndome. Guardé silencio, era demasiado vergonzoso admitir que a mis 27 años jamás había tenido una cita, como s

ñor… yo

tuviste un pretendiente?. -quizás si, pero ninguno que se

sí que es

oraban los ojos

mis manos sobre la mesa para levantarme, él pus

or quéda

labras tiraran mi cuerp

ecir – no era mi inte

y torpe en este tipo

Quieres hablar sobre nuestro acuer

pondí tragando saliva. Algún día

límites – dijo - ¿tienes

definido mucho mis límites, solo sé que no me va la dominación

bara de recordar algo – espera… yo te conozco – dijo, ok eso era todo, hasta ahí había llegado – eres la chica rubia que siempre viene con su computador, la que no

e era Ud, no lo hubiera ignorado – d

nada. Me alegra tener esta segunda oportunidad contigo… ya que e

s “pretty lady” – dije

un principio, seguro muchos se han acercad

masturbaba para él, ni siquiera era mi Amo, era como un playparter, por eso ahora no envío fotos ni nada similar - respondí. -me imagino lo

na forma logró romper mi armadura, me sentía expue

bondage, waxplay, control orgásmico, pi

se

l la humillación

ón no sabría decirle pero est

de lluvia dorada, pl

da y blanca, las de

agujas o knife play?

a eso – contesté no podía imaginarme

ficación? – vol

on una sonrisa pícara, todo lo qu

tor y playparter, si tienes dudas con algo puedes decirme, de igual manera si quieres experimen

ue quiero es Ud – pensé… espera… ¿lo pensé o

tome como sumisa? – dijo,

z alta? – pregu

cabeza a la mesa, no era capaz de mirarlo a la cara, seguro creía que era una rid

ntía como una niña pequeña cuyo padre iba a re

re sus manos y me besó, un primer be

ces al día, excepto cuando esté contigo, claro está, me gusta tener a mi sumisa controlada, poco a poco aumentará la intensidad de ese control, obviamente previamen

había encontrado a la persona capaz de dominarme, a mi Amo. -excelente, entonces desde ahora eres mía, solo mía – dijo c

esa, un año después renunció para dedicarse tiempo completo a lo suyo, luego pasamos a temas más personales, el me contó que tenía una hermana menor, a la que prácticamente crió, después de la muerte de sus padres, eso lo hizo convertirse en alguien muy protector con la gente que quería, ya que no le deseaba a nadie la incertidumbre que él había sentido. Por mi parte le conté que s

e debes haber sentido muy sola – dijo tras tomar

- dije con melancolía, luego lo miré con una sonrisa

la forma en que me llamó perrita – estarás para mi 24/7 y yo estaré sobre ti, cuidándote, observán

so y varios motivos más, deseaba ser suya. Cuando pedimos la cuenta s

– dijo con

r, yo

s conmigo Tamara – dijo co

bamos cuando dijo. -mañana te quiero en mi casa a las 3 para nues

respondí e

sa y me tiré en la cama, me quedé mirando el techo pensand