nían a Víctor arriba de su cama, aseándolo y colocándole su

el pequeño, cuando la ve en

con este muñeco ayer? — pregunta

lo podía regalar a mi ami

do se estaba aclarando, nuevamente regres

e esto a tu amiga ¿me

lla no e

ve a buscarla, te

s criadas le colocan los zapatos apresurad

acompañe señora?

ad, trae a la madre de l

i s

de cabello castaño, con una niña con ojos llor

e su madre, sonri

a, esa e

na reverencia tor

bilizo por mi hija, ella debió

me lo regaló — dice Amelia, m

pe? — Pregun

ce que cuando tengo que salir, debo usa

los niño — Dice riendo la m

a mano para que l

abeza baja, acercándose a aquella bella señora de ca

egresa el arlequín, a lo que la niña lo abraza con

er una inclinación de cabeza — disculpe mi descuido, pensaba que

ro de la casa, descuidan sus tareas o descuidan a

que será un beneficio para ambas — comenta M

a, lo que

olo, propongo que su hija sea la compañera de juegos de mi hijo, a c

ue era lo mejor que podían aspirar, ya que su hija tendría un trabajo asegurado para el futuro, como dama de compañía, en donde el

una buena candidata para ser una compañera de juegos para el señorito. Si me

lo que dice Celeni

uiero a Amelia.

ga para jugar — concluye Mercedes — Ya todos pueden volver

i m

amiga y sale corriendo c

adecidos por su generosidad... me retiro, regresaré a las c

el lugar Mercedes

.. — comienza a decir Celenia, pero es int

me importa l

— responde Celenia

tendiste? No vuelvas a faltarme el respe

fue una sugerencia — Celenia aprieta los

yo — termina de decir malhumorada

aba más de lo que le preocupaba el joven señor, que tenga una pequeña amiga como su acompañante, era volver a ver aquella historia rep