img Entre la ruina y la pasión  /  Capítulo 5 cinco | 100.00%
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Historia

Capítulo 5 cinco

Palabras:5087    |    Actualizado en: 19/02/2022

sidera aristocrático", dijo. respondió y se

a nada mejor que hacer en el mundo que quedarme allí. esperando al duque de Lamont. Sus palabras, aú

no de los poderosos propietarios de

so adelante para predicar. dos besos en su rostro

placer en su expresión coincidiendo con su fue

e arrugar la nariz cuando

y él re

s resistir

l sonido fue como

cesita saber – como decís

e la mantequil

mple le había enviado uno bueno. número de clientes para l

la modista se posó en ella, mostr

así. Bueno, tal vez una

noche en que se escapó. Otra

manos llenas de cicatrices del trabajo y más líneas de expresi

oi ecroammoelnausdmo ucjoemreos lcooenxlia

jeres? Y seguro como el i

djetivo, pero Temple ya estaba hablando, y d

ecesita

opa”. Mara neg

e rodeaban un pequeño plataforma en el centro de la

favor. La costurera m

mpl

a el día. "Yo no...", comenzó Mara, pero Madame Herbert

rá más de d

? ¿En esta habitación?”, intervino

las cejas sorprendid

as saber su nombre"

era sabría su nombre y su historia. Pero no esa noche, no al día sig

nder las velas, cada nu

bía entrar. metiendo la mano en un bolsillo profundo,

ecesito quitármelo

as él mismo se quitó el abrigo y se relajó en un diván cercano, cruzando las pierna

de esa h

tiendo un sonido

an fácil? Tu mandas y las

sí, por lo general funciona de esa manera. camino." L

erar el control. tomó uno pequeña libreta negr

rmalmente hacer que u

ra tragado un insecto enorme. Ella se

pondió, después de que se h

precio para empezar la noche”. Abrió el cu

ios cuestan más… ¿cinco, di

los vestidos más deseados

pag

u Alteza", observó, usa

libra." Ella s

os

eyzd".iez." "D

fesional en

aderno, emocionada. Mara no

ctura del carbón fue pagada. “Adelant

ar el cuaderno

e a donde estaba Temple. sentó y lo colocó en el bra

llos, y Mara podría haber jurado quien vio un destello de sorpr

delante de su nariz. "

, levantó una c

o que esté usando el mínimo posible. Tal vez si fuer

inar. Era finales de noviemb

de lana. Se puso las manos en la

a vuelt

gó con l

ermiso para

ermiso”, sentenció, s

o impecable. Ella te vestirá de se

ras son suficientes p

stro despierta. Tu palabra." El pauso. “Y piénsalo... después de

ar mi modestia. "Lástima que soy m

e levantar la

rgo de nuestra relación, lo

a y significativa bajo el luz tenue. Un so

ficientemente fuerte para resistir mi presencia m

olt

ompleta y absolutamente

cerlo en esta batalla intelectual... en ese juego de pa

bién tenía que ser fuerte afuera. su. Además de ser ágil con

los hombres. Cuando era un niño, su padre le impedía vivi

traicioneras. No lo pensó dos veces antes de vendérsel

como su padre, por l

uir, incluso después de r

a nunca escapó del fantasma de estos hombres Ella nunca pu

r esa vida de la que tan desesperadamente quería escapar. Miedo a perderse. Asustado de perde

sí misma que obtendría lo que quería, quería, no podía

on el poder como arma. Sí,

er accedido a las exigenci

tendría que mirarse en el espejo cuando todo terminó

tenía muchas ganas de darle una descomposición. Aunq

int

n él, podría haberse contenido. Tal vez si supiera lo que vendría después de que Temple escuchara esas palabras... se

n la plataforma y lo enfren

oches de su vestido. ella miró fijamente oscuridad sin parpad

e irradió de su ros

porta mucho... Después de

n ropa i

odría haber dicho lo que

olo que eso era exactamente lo que ella lo hizo, con esa mirada de s

vida para desconcerta

o, ambos pies firmemente en el suelo, la respland

e usted

ta de que se estaba burlando de él. "¿Hay

irritante y difícil que c

ese lugar completamente femenino y rasga la ropa de su pr

a, cuando los broches del vestido se aflojaron y El traje cayó a sus

l sencillo corsé y poco

Maldi

e mucho tiempo mientras Temple intentaba enco

va a necesit

ropa interior. De hecho, prefirió que nunca vol

parecido a lo que ella estaba usando en ese momento –, Temple lo recordaría. Recordaría la curva de sus pecho

ue sus pezones eran, muy prob

esos pechos. ¿O no? no es el primero E

Hubo un mujer, una que pensó que era más un sueño que un recuerdo. más

s r

ros en la habitación oscura y silenc

bert. “La luz de las velas

o

on la cabez

sedosa de

zo, casi rojo",

hombre que se da cuenta

rar a la esbelta francesa, que est

ás cosas de las que

años. Hubo momentos en que decidió que no era r

e para entender esa noche. que ella recordaba más cosas que él. Que ella era su única oportunidad de armar el rompecab

o. distraer a todos mientras corría de Dios sabe qué a Dios sabe dónde,

bien como lo sabía todo. Per

que ella no le dejó ningún

rse. recuperar el posición de fuerza. Se obligó a recostarse en

noté que nunca

entrelazaron firmemente frente a sus cuerpos. "

rio que ella trabajara. Po

s. Estaba desean

ces que he conocido

que su piel estaba áspera en algunas áreas, sus nudillos rojos por el frío. eran mano

ara dejaría caer las manos, manteniéndo

simple ama

du

que fueras

a los dos solos en la habitación. mara Se quedó

en un altar para

un resplandor dorado como el resto de la habitación

ñar fácilmente el papel de

hace ellos... La duda se disolvió en una imagen de Mara acostada sobre sábanas blancas de

ante el pensamiento, con la imagen de Mara compl

e su cuello, el sus pechos, las curvas de su cintura, los secretos ani

como si lo estuviera tirando de un hilo de pescar largo y re

e notó que ella tenía la piel d

frío?",

idesnudo". Fue una mentira. Ella no tenía

lo

itas la ropa y ves

aridad. Antes de que ella - o él, si Temple quería ser h

entrar en el aura de luz donde espera

s pronunciadas con más dureza que lo que prete

y admiró sus pies. cubierto por el calcetín d

la sangre de alguien. Un montón de sangre —dijo, aunque

culo de luz. No

beza y finalmente lo

a?" "De cerdo

o que

s. Quería la verdad. "¡El l

za otra vez. "Yo no

por supuesto.

stabas desnudo, te tomaría un tiempo salir

es t

escubrir que la explicac

e atracción por él? Quizás. No. Maldición. Esta mujer

rdo tu cabello cayendo sobre

bió a la plataforma, atrapándola en el pequeño espacio de la pequeña plataforma redondo, pe

s..." "Disculpe

ampoco miró hacia atrá

sabía mejor

Mara, odiándose a sí mismo por la debilidad del gesto.

os se tocaron. ¿Está por ahí? gimió, pero no había miedo en

na mujer que no le tenía mied

oído, con los labios cerrados. suficiente para rozar la s

ándolo con los dientes hasta

o por

oge

, contra su piel sensible. cuello, y un hilo de culpa l

or haberla ofendido. no es que el necesitaba sentir. Pero esa

der el lóbulo y así hacer un río de ganas de inundarlo. ¡Mi Dios del cielo! Quería a esa mujer como nunca quiso nada En la vida. Incluso sab

¿me perdona

nto en que realmente consideró la idea. Perdona todo y déjala escapar. y tal vez tení

ándola con un movimiento

aoráenpesrudsonoajors".. Abrazó uno de los sentimientos y Saltó de la

rar, con un fardo de raso y encaje

suplicó, haciéndole un gesto a Ma

iraba el vestido, como si hacía días que no com

s brazos dentro de la tela, Temple respiró hon

pa de otra persona. Quiero

t miró rápida

comprobar el estilo. ¿Ha expresado

escapar un grito de desacuer

dote en la sala mientras me pruebo la ro

do y sujetarlo en la espalda, permitiéndole a Temple

de que los vestidos pueden hacer a una mujer más hermosa. Mujer ellas son mujeres; aquellos que son atractivos está

contrastaba con la hermosa piel su luz, jugando con el roj

do como una m

a mujer que nunca había conocido. presentada formalment

ara ser la duquesa de Lamont. Y Maldita sea quien h

esa. Demasiado como una

Temple quería

corpiño debe

costurera. “El corpiño es perfecto

avilloso diseño, lo suficientemente bajo como para hechizar sin ser demasiado obvio. Él notó

talogar cada uno de esos pollitos Fue perfecto. P

s b

a Mara y Temple quería

tido se dejara como estaba. Le habría hecho sentirse m

quedó erguida, con la cabeza inclinada en un gesto de obediencia que él sabía

ñó la pregunta a la c

ó. Tres era u

n necesita u

a en lugar de la costurera, y su tono traicionó su molestia po

los ojos. Ella era un ár

a admiración por ella, pero

daibdíoa hvailispteanqduiaedyoo

erezó su

pausa cuando la costurer

pecho para que no se cayera, evitando muéstrate a él una ve

se en tu

taba ansioso por pelear. pero encontrado que no

inó la

e detuvo. antes de atravesar las cortinas. “Sin embargo, cuando regrese, será mej

que lo haga. Y eso

en la tienda, que había paredes llenas de carretes de

del borde de un largo estante de vidrio, esperando el aviso

había sid

acó una pluma larga y delgada. oscuro, y pasó sus dedos so

er la pluma como si lo hubiera quemado, y se dio la vuelta para vo

e", a

Mara. Temple no planeaba darle su

a —dijo de todos modos—. "

t a no revelar sus pensamientos. “La niña debería

mple estaba irritado por la idea de Mara le guarda

eras. ¡No me importa!” pas

ién el col

o, y cuando se volvió, sosteniendo las cortinas con

ujeres

arecía necesaria. Herbert no disc

ufemismo col

nnegable. Pueden cambiarlo todo”. Era una tontería

ermitió continuar. "Asegúrate de que r

. Una enigmática costurera fra

a la plataforma donde estaba Mar

a vacía. En la habitaci

había

ella tuvo que esconderse antes Temple salió tras

baba d

eció mentalmente a Lydia por convencerla de comprar u

ura, desesperada por encontrar algo rincón donde pudiera e

ara tu favor para variar. Ahora, ella necesitaba esconderse. Cuanto más cerca del

ajado, y verifique ese radio.

ase junto a ella. Nunca hubiera

d ella aprendió a esconderse en las primeras doce horas después de su fuga. Pero

se enfrentó a uno de los hombres más poderoso de Londres.

Temple se la arrebató tan fácilmente. Sin embargo, no fue por eso se escapó. Se escapó porque es

aña arquitectura de Mayfai

uría. qué-qué, tratando de no respirar demasiado profundo por el hedor. incluso la aristoc

sta que no estaban tan mal. Después de todo,

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