img Mi falso esposo millonario  /  Capítulo 4 Mis días en el infierno. | 100.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 Mis días en el infierno.

Palabras:1806    |    Actualizado en: 01/03/2022

los ojos y me sorprende el número porque creía que eso pasaba en las películas y no en la vida real. Se encontraba paradas en las escal

s empleados y cuando lo tengo a centímetros lo ac

esando con las valijas. Me toma del brazo con una fue

de verdad delante de sus empleados. No lo conocía tanto pero noté que le importaba la mirada de las demás persona

consideraban que las cosas de la casa debíamos hacerlo nosot

iendo?,son las empleadas de la c

as ante todo y debes aprende

uestos, algunas se quedaron espiando y me di cuenta, sonrió —Estas agotando mi paciencia, me haces

oy acostumbrada a que otras personas hagan las cosas

ándote y respetame delante de ellos, mie

meto nada—le res

r no te hagas la viva porque esto recién empie

empleadas estaban escuchando todo —No me amenaces delante de ellas, sabes marid

manos y deja un beso corto sobre mis labios—Saldrás co

mía y le tocó su mejilla lentamente —Sé que cuando me veas sal

ponde c

ruto al verlo así tan vulnerable y lleno de dudas.

te de ese momento y largo una carcajada. Él se despierta

tación y toda la risa que tenía hace unos segundos desaparecen de boca cuando

s—Lamento informarte que un matrimonio debe empezar a llevarse

e saque todo lo malo para afuera. La empleada en silencio se retira y nos deja so

único que decide por tu vida.¿Debo recordarte que tu f

para no chocar con nada. En pocos segundos siento que la pared no me dejaba seguir

negué con mis padres a que seas mi esposa— s

ombre tan cerca y menos que tocará mi rostro, cuello y baje hasta mi pecho. Respiro agitada del miedo, sigo sin abrir los ojos y mentalmente me preparaba para que pase lo que sea. Debía cumplir el papel de esposa, eso me lo hizo saber mi mad

No te tocaría ni con u

ase no tenía precio. Solo me salió llorar, toque mi pecho y llore como una niña. No me interesó que estuviera delante de mi, él dejo de mirar su celu

e de su pantalón—Pues entonces bienvenida

unos muebles chiquitos, encuentro dos puertas y las abro: dos armarios enormes con las pertenencias de él y después las mías. Sigo caminando y veo la televisión enorme, mi lugar de ma

hombres dentro de la casa, pude observa que solo estaban afuera y eran las personas de seguridad, jardín, choferes y nada más. Un poco machista pero así

eñor—respon

zo una señal a las empleadas para que sirvan la comida, mientras comía veía que él seguía hablando y a la vez probaba

dejar el celular y comer como cualqui

después—corta la llamada y se enfoca en mi —¿Y quién te crees p

o—Tu esposa y estamos en la mesa, debes r

—dice comenza

quería saber cuándo podría volverme. El sacrificio que estaba haciendo era para mantener a la familia de p

ebe acostumbrarse porque el señor Frank

o?—pregunte levantá

as ajenas a su casa y menos sus padres, le gusta

a contándome cosas referidas a él—

e a uno y no viene acá, es raro que una persona como

es se acerquen a su casa y más sabiendo que tenía muchos amigos en la facultad. Solía verlo con un gr

na comida y trae bebidas porque esta noche vendrán mi

ra?, se enojara el señor

a mano—No me intere

y comencé a enviarle invitaciones a todos los conocidos que tenía en instagram. Haría que la casa de Alan se convierta en una fiesta enorme. Lentamente camino hacia el armario

llega tarde, a la madr

observé la hora y fui directo a prepararme. Una vez que tenía todo listo,

as—Si, señorita—respo

sola—Solo necesito que sean 3 chicas que estén en casa e

an ir. Sabía que estaba mal lo que hacía pero aún así me importaba poco porque ya no t

Anterior
Siguiente
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY