La Casa de Los Vampiros

r con su habitual cháchara y ni siquiera se percató de su presencia. Al principio. De hecho, ahora que lo pienso, nadi

ath no estaba tan borracho después del parti

ía como la mierda. Debía estar cayendo bajo lo que el señor Wise, mi «más q

l examen de geometría de maña

cervezas y tal vez unos tres chupitos. Pero en realidad eso no importa. Es probable que no hubiera

cometida contra mí por mi madre y el perdedor con el que se había casado hacía tres

ictoria sobre los de Union! —K me sacudió el hom

haciendo todo lo posibl

stro quarterback, así que

de años que BrokenArr

pero los problemas de K con los núm

un tío cuyo principal objetivo en la vida ha cambiado de querer jugar al fútbol universitario a intentar engullir un pack de seis birras sin vomitar. Por no hablar del hecho de que se va a pone

do! No es algo q

ara evitar nueva

o chupar pies emp

gó el

. Qué pena que

starme en intentar ocultar mi enf

l, no tienes ni idea de la cara de perrito abandonado que He

pero al final el resultado era el mismo. No había confusión sobre qué era él, e incluso aunque no hubiera sentido el poder y la oscuridad que emanaban de él, no había maldita forma de que me pasase desa

ba ahí de pie jun

no me estás

yeron a través del espacio que nos separaba, peligrosas y

e será vuestro renacer. La Noche os llama, escuchad su du

eñaló. Con el estallido de dolor en m

al fin de mis ojos, levanté la mirada hacia

la primera tontería qu

e te salen com

en la frente! — Entonces se llevó la mano temblorosa a su

ba una punzada, como si me hubiera picado una avispa y el dolor se iba extendiendo a

pequeños hipos húmedos—. Oh… Dios… mío. Ese tí

r de cabeza—. Deja de llorar. Ya sabes que odio que llores. —Esti

e forma instintiv

iese miedo. Debió ver el dolor en mis ojos, porque

No puedes ser una de esas cosas. ¡Esto no está pasando! ¿Con

imiento de dolor y malestar en mi interior que amenazaba con hacerme romper a llorar. Mis ojos se secar

. Es probable que no sea más

que había corrido hacia mi taquilla para coger el libro con la intención de intentar estudiar de forma obsesiva (e inútil) por la noche, el rastreador me hubiese encontrado frente a la escuela con la mayoría de los mil trescientos chicos que iban al Instituto Sur de Secundaria de BrokenArrow, esperando a lo que el estúpido clon de Barbie que tengo por hermana llama «la gran limusina amarilla». Tengo un coche, pero estar allí con los

ido y se escabulló por la sala hacia el aula de la señora Day, aferrando un fino tablero contra su huesu

y esos horribles flequillos cubriéndoles media cara? ¿O eran todos esos extraños chicos góticos a los que no les gustaba demasiado lavarse? ¿Me iba a convertir en una chica gótica? O peor, ¿en una Emo? No me gu