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ción alta y sus bellas columnas la hacían ver majestuosa. Pero

legado s

l －le r

mi nombre, puesto que uno de los hermanos de la Roc

do me ofrece su mano,

ficina del joven amo －dice

ía al interior de la casa, pasamos por el lado de varias personas que

aún más. Tantos pasillos y puertas que soy capaz de vi

a muchacha que se

elve el saludo

ne, pero la chica parecía nerviosa, jugaba con sus manos mientras hablaba, sus mej

n －Nathalia, ¿puedes encargarte de e

la vista para f

cargo desde aquí

si me intimidaba demasiado con esa mirada seria y todos esos músculos apre

, como si yo no hubiese escucha

devuelvo el saludo con u

s －ya claro, dile eso a los t

de hombres alteras

ante cada vez que ve a su primo, cosa que es comprensible, ese hombr

ho menos con alguien tan desagradable a la vista －logro escuchar d

o contamos nada, pero creemos que es falso eso de que está casado. Nadie la ha visto todavía y

a chica lo f

s a la puerta, más claras y

ecer, no confía tanto en ti como creías. Todos sabemos que sufres un trauma por lo

vuelvas a mencionar ese nombre c

n otro lugar mientras el joven amo ter

s demasia

anzaron a la puerta de la supuesta oficina y mi

e entrometa en mi matrimonio con Alessandro, así q

alir corri

giran a verme. Y en ese momento, lo olvido completamen

endido como yo al v

fici

l

sand

os. Así fue como que era su oficina y no la del

ebe decir una concie

tro, recordándome que debo volve

ando quedo al alcance de la de él, al sentir sus dedos huesudos y frío

res puedo ser yo, de todas formas te quedas con el mis

s

e decir que quería estar a

itación, cuando lo sigo con la mirada noto a u

o me ne...necesitan más me retiro －tartamudea

me como antes. No me gusta ese señora －le co

erta antes de irte, por

y

encerrada en un espacio reducido con él, pero es demasiado t

corrientes eléctrica

ca y sexy tiene

esta conversación con mi

agradable y sincero. Pero resulta que acabo de descu

ce sorprendido －¿qué

ntendías, te conté sobre cómo me sentía. ¿Pero resul

nseñaron unas fotos tuyas. ¿Te imaginas mi desconcierto? Pensé lo mismo que tú. Que eras una

sa supuesta situ

rimonio. Atados. Ambos, para prote

creo todo esto. ¿Qu

que eras la chica que conocí de aqu

qué me lastiman un poco sus palabra

u felicidad después de la de los demás. Y exactamente por eso

pueda darte un matrimonio lleno de amo

firmaría n

r amor y tampoco lo habrá. En estos moment

tir

odio a los

hago. Pero te duele que

e du

no sé lo q

hando? Ni siqui

mucho tiempo

fectamente co

lia no la amenazaron de mue

e siente que amenacen con matar a tu familia. Y no estoy orgulloso de q

ndo yo que jamás lo conocí. Además, qu

di

no van a ocurrir ent

áles s

o a tu familia, te odio a ti. No te conozco y no teng

ender bien l

ue no pienso dormir en tu misma habitación, ni tener se

son una debilidad que

endamos, a lo mejor a

entender que sea discreta con respecto a esto de no dormir juntos. No quiero

que había encima de la mesa y

tacto me estaba ech

estaría tan segura con

darme tiempo a conte