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reflejan una confusión total, pero no me importaba, se que esto que estoy haciendo no es sano para ninguno de los dos,

labios se mueven hasta su cuello, mientras mis dedos aprietan sus caderas y sutilmente mis manos empiezan a subir el vestido azul y vaporoso que lleva puest

por un segun

esto Martín. —Sus o

ún día tendrás que escuchar

rancó su vestido, que está todo enrollado sobre sus caderas, con delicadeza sacó sus senos del hermoso escote lleno de pedrería y meto uno a mi boca, reco

conservando esa loca costumbre, pero también me ataca la incertidumbre de que el hombr

ir por la vida sin ropa interi

de lleno, porque necesito tomarla, tengo sed de ella.

ue sienta que adoro su sabor, que amo tener parte de ella en mi, termino el beso mordiendo su labio y por primera vez, la miro fijament

ajes, duros y no me detengo, la escuchó gemir, la escucho decir mi

que quiero besarla, quiero llegar a

ue no pu

der aguantar más.

n suspiro, mientras entie

la y yo estallo dentro, siento como se tensiona sobre mi, un gemido ahogado en mi cuello y sent

conscientes de que no podremos estar así para siempre. Tomó la decisión de levantar mi rostro que está frente

ro que ya no es mía, aunque su

ramos a los ojos, luego de haber acomodado nuestras ropas, es que veo que no

ara intentar alcanzar su

e todo lo que me rodeaba y tú me dejaste sola a la primera.

da por una mano pequeña que me apriet

—La mirada furiosa de mi c

siento, es que no

omos?. Aún no superas muchas cosas y lo primero que se te ocurre es hacerle el amor e

no quiero estar

lla. Pero sobre todo contigo. —Su voz pasó a ser dulce, mi

empezar a bus

ayudar, lo

viendo como todos beben y yo no, viendo como ese hombre to