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Historia
La Cuarta Generación

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Capítulo 1 El trastorno de la guerra

Palabras:2492    |    Actualizado en: 29/03/2022

no reforzado de la radiación y las temperaturas marcianas… Pero, la humanidad prosperó en los intrincados módulos de hojalata hasta

el refugio envia

de años después

ue es tiempo de olv

tido del humor, pues mi

ntido por

viva, y mientra

eguiré esperando e

iste esa navidad… para mostrártela

lzaban las letras escritas con sangre en la pared del módulo. Una mano abierta movió los dedos mue

on la pared de quitosano reforzado. La silueta n

deslizó por el pasillo blanco olisq

dable proveniente del módul

iembros de la mujer esparcidos. Se quedó boquiabierto mirando el torso desnudo de la mujer en un charco, la

ándose llevar por los ret

o, encerrada en un círculo junto a las letras profanas. Se v

rio con frecuencia, por sus problemas de ansiedad espacial y encierro—… ¡Por Dios! —Cogió a Jeremías del brazo y tiró de él mi

la mirada acusadora de los otros habitantes del refugio. La sombr

de hojalata. El aire frío le llenó los pulmones… Buscó una silla y se sentó junto a una mesa colmada de ins

mbre—. ¿Y qué hacías en el mó

liento. No podía mirar aquellos agujeros negros en los ojos del hombre robusto si

instrumentos de metal en la mesa—. Iba a terapia con la doctora cuando… —recordó el módu

geramente—… La mataron en su

lado. Preguntas incómodas, preguntas obvias y preguntas que no supo responder… Finalmente

é ibas t

nto enc

ró largo rato

. Todo lo que conoces es el refugio Nirvana, construido e

e planeta de desiertos rojos. Quiero ser explorador para recorrer Marte… Pero… ¿Qué pasó con su planeta, señor? He leído sobre la madera, los pája

ero lastimosamente… los humanos aprendemos eso, cuando termina la cuenta regresiva y despega la nave… Cuando des

aroma del pasto o el sonido de la lluvia… Provengo de Venezuela, un p

rtil que Dios creó para nosotros… Vine huyen

Cuando miras el cielo de este planeta desértico y encuentras al mundo del que provienes, deambulando en aquellas es

lo impensable y manchamos el planeta con el peor

eño

es D

cara arrugada. Los nacidos en la Tierra tenían cierto aire

ia por el encierro y… ya conocía que eran los asesinatos y la maldad.

sólo un hábito para… la ansiedad… Cuando estaba en la Tierra, era lo único que me desprendía aquel remordimiento de la piel. No t

do el cigarrillo con los labios—. Pero los hombres olvidaron eso hace muchos años. Va

iablo vivía en la Tierra, cuando en r

ocidades… hasta que lo destruimos. Y ahora estás n

rece, pero ni siquiera él creía que fue real... ¿De verdad lo había visto? Las manos come

hice eso? —Preguntó co

, que he visto a niños como

emblante horrorizado. Dreyfus se leva

aclaró el hombre de cabello inexistente y hombros anchos—. Nunca creí que dir

la doctora

ayoría de los habitantes son adultos de la Segunda y Tercera Generación nacida en este planeta...

y pequeño con sólo treinta y tres secciones. Un ser maligno se paseaba

n el pasillo trece vigilando que los moradores no se acerca

mbas naciones llevaron una sangrienta guerra prolongada por veinte años; no eran sólo dos personas de distintas partes… No, eran una representación mucho más a

echo a Dreyfus, ambos tenían el u

os y los ojos saltones—. El ruido es tan ensordecedor que pierdes los estribos, el fusil cargado sólo dispar

ta a todos… Líquidas niños, mujeres, hombres… Es como una fiebre en tu interior. Ese a

o y regresa y regresa… Pidiéndote sólo un

todo lo que podía,

tando que yo mat

sparcieron sus sesos en la selva! Ustedes se vuelven animales cuando aquella locura enfermiza nace e

onar nuestra humanidad. Te persigue, te sigue, te caza y te devora… cuando intentas apartar esos pensamientos. Te pide lo mismo una y

s, dejaban tiras de piel atadas a granadas para matarnos... Esa era la táctica. Eran unos cobardes desquiciados… Cada vez que anochecía me preguntaba: ¿Seré yo el próximo que capturen y le arranq

etal con una patada, los instrumentos v

conoce, señ

Antoine de Cortone confuso, la agricultora Susana Mendoza y la química Victoria Carvajal que entró con los ojos enrojecidos

colmados de un montón de instrumentos. La Tercera Generación de nacidos en Marte los miró acusadores

nos,

manecieron en un aterrador silencio hasta que bordearon el pasillo catorce al doce. El joven estiró el cuel

mente dejando a relucir huellas rojas—… Desde que llegué aquí, escapando de la Tierra… no dejan de pasar cosas malas. El Catacli

respirando débilmente, cada vez que cerraba los ojos veía la estrella roja y la profecía macabra—. L

brió la compuerta del cubículo sesenta y seis y lo encontró vacío, su madre estaba trabajando en el laboratorio de car

é un se

sec

ndose en un monstruo negro de ojos rojos, lanzándose sobre

Generación fue del Descubrimiento, la Tercera Generación fueron las Luces y ustedes son la Generación de la Inocencia… Cada generación

o que viste en el módulo de la doctora en el pasillo trece. Esa sería la única forma de qu

o satánico. Podemos cambiar eso… porque no volveremos a cometer los mismos errore

s… La muerte trastorna a las personas, los vuelve psicóticos y retorcidos. Sobre todo encerrados sin escape, con un asesino escondido... Pero debe

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