de pared que colg
e?- pregunto
ijo está voltiando l
e irme>>.Sairi, Syre od
sas, él Señor Hendrick salió de su oficina, ambos coincidieron con la mirada y Syre sintió como le
rzo para el día siguiente, Syre recibió
certe mucha falta?- Syre
, nunca te perdonaré
ubiera estado contenta c
parecer de les olv
o año de universidad y que ve
el año que viene no ha
ara el año que viene es
cho decir junto con un g
abían crecido en el mismo barrio y h
oca cadera, de piel blanca y pelo negro, con unos hermosos ojos negros y grandes. Había querido ir a la ciudad con Syre
ién te am
o fue tu primer
contarle sobre el mal trato de sus compañer
res. Y no hay ch
jo Syre
e pareció guapo y no fu
ro que
re bostezo de cansancio - mañana
bien, pero n
en, bey,
bey.
cerraba sus ojos para intentar quedarse dormida, ahí
ajo hacia el, haciendo que está sintiera su erección, la mano derecha de Hendrick bajaba hasta agarrar sus nalgas y apretarla, mientras está gemía de placer, sus bocas se unieron en un profundo y encandesente beso. Luego los labios de aquel hombre bajaron a su cuello y con la mano izquierda agarró uno de sus pechos, mientras Syre bajaba la cremallera del pantalón de él, metiendo su mano y sacando su duro y grande pene, Hendrick la mira a los ojos
Ric
en su cara y la agitación en en su respiración
ser! Que
e, maldijo aquella alarma y también se ma
o lo miraré
to al baño, abrió el grifo y dejo que el
...
acer algo para estar a solas con Syre, así que mando a buscarla, con el pretexto de que necesitaba
c
ela
ndo a
tos delante del escritorio.- Quiero mostrarte la lista de los proveed
sup
ijo Hendrick, señ
o con potencia el olor de su perfume, y reco
te más,
señalar con el lapicero los nombres de los encargados y Syre observaba la lista, luego este giró su cabeza hacia Syre y
Hendrick entre c
me empezó a molestar la
to, toma
nstante, el aroma a rosas frescas que traía Syre lo habían hecho estar