ile

mientras trababa la puerta del ele

ué tal tu fin de

a, estoy seguro que te gustaría —Una genuina sonrisa se dibujó en su rostro.

gí de hombros, dando

e semana pasados, cosa que mi cuerpo agradecía infinitamente. Había recuperado energía físicamente; sin embargo, mentalmente me estaba liando cada ve

er a la realidad. Antes de que pudiera perderme en el

ue nos hagamos cargo del wayfinding* de su nuevo complejo, te veo en mi ofic

con una

, en media hora

e Norah, mi asistente; quien frunció el ceño, acentuando un poco más la

ría traer el café —dijo extrañada, m

no, así que tómatelo y no dig

pie tras la muerte de mi madre. Vivíamos en el mismo edificio, ella llevaba unos cinco años en la empresa y fue graci

to que lo necesitas, y ella era una prueba de aquello. Y esa era la misma razón por l

a y placer ¿

cía tener las cosas claras, y yo

un su

Pero no es necesario que hag

ña para que se

o que haz hecho por mí —dije sincera—. Pero ya, dejemos las cursi

uándo te puedes reunir con ellos para las observaciones del proyecto... L.C. ya aprobó

ar la carpeta y yo me enc

uro,

ejecutivo. Desde pequeña, el estar en mi propio despacho, disfrutando de un bue

de la moneda, tan di

tonos neutros y claros, para aprovechar mucho mejor la luz que se filtraba por el enorme ventanal a espaldas de mi escritorio. Saqué mi MacBook de su maleta y me dispuse a re

h, en el camino junté a mi equipo de trabajo; llevándolos tam

pequeña introducción del cliente y su complejo

mi vida la había escuchado, me sentí tonta, pues al perecer era dueña de

ami, que contemplaba un par de hoteles cinco estrellas, lagos artificiales, centro de atracciones infantiles,

ie

Darren, uno de m

nda y Vicky; y Randal, uno de los arquitectos, p

como cuatro proyectos juntos

mada —. Es nuestra oportunid

Richard tenía razón, este iba a ser un trabajo bastante pesado

los seis. Rich y yo delegamos algunas tareas a

h me solicitaron una reunió

é la f

ario para empezar a trabajar; y una propuesta in

nte y acordar los términos del cont

ntrato? Pero si de eso se hac

ces los millonarios suelen ser ex

n el Eleven

vemos. —Sonreí y me

s personas dentro del complejo. Al cabo de unas horas, tenía los planos llenos de notas y marcas. Ni siquiera había salido a comer, Norah me hizo favor de pedir comida a mi rest

ró a mi oficina, indicando que se iba, y recordán

asaban de

só en el camino y nos pusimos en marcha rumbo al edificio. Af

bajó en su piso y yo subí

ó, y tras un guiño, de

; la parte del escote era lo que más me gustaba, era de malla semi transparente, al igual que las mangas largas. Combiné con mis tacones de seda color champagne. Hice un maquillaje elegante en tonos cafés y tras

el taxi ya me esperaba fuera del edificio. Al cabo de d

n, M

rectivos de Arquitech aún no llegaban. Rich dio un nombr

s esperábamos. Tenía la garga

cuando fuimos interrumpidos por una voz masculina.

é mi

as no

xpulsaba todo el aire de mis pulmones,

de pie, para e

Richard Louis.

ck Coll

eal —dijo o

a en mi lugar. Mi cerebro pare

, tonta ¡

ver su expresión de triunfo y algo en mí se activó. No estaba sorprendido d

o, ¿Señorit

s ac

mente no podía escudar

ldi

—dije, apenas co

reaccionó involuntariamente a su contacto, los vellos se me

ab

o, señorita

inmediato, como si la suya me

intió el otro hombre, Na

des ojos castaños a los que enmarcaban unas espesas

lo prefería a él en ese lugar, antes que a Kendrick, pero el hecho d