img ¿Mi vecino es un vampiro?  /  Capítulo 2 Parte 2 | 40.00%
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Historia

Capítulo 2 Parte 2

Palabras:1929    |    Actualizado en: 20/12/2020

s recuperé mi bolso y mis pertenencias, después de que me chantajease por tanto tiempo. Simplemente debía vol

fensa; el chico muy pocas veces abre su ventana y lo más sospechoso de todo esto es que lo hace cuando el sol se oculta antes de que anochezca. Hace dos semanas que se mudó y según m

unas horas. Por cierto, tienen un hijo más o menos de tu edad, según me dijo la vecina, el chico es muy apuesto. —Levanta sus

rtancia—. Lo conocí unas seman

mentón como si analizara algo—. Ahora q

e, mamá salió a comprar un pastel para llevarlo a la dichosa cena. No entiendo por qué me arreglo tanto,

ara resaltar mis ojos marrones claros y vierto un poco de perfume. Arreglo el labial que se salió del límite, ac

encontrarme que ya mis p

ersonas elegantes y muy corteses. Busco al

mi corazón palpita acelerado—. Ve con Ester al jardín mientra

l. Me dirige por todo el pasillo y traspasamos una puerta de cristal, estas personas no viven mal y se dan ciertos lujos. Nos sentamos frente a

clara su garganta—. Ester... —arregla divertid

a mi lado más coqueto, aunque siendo sincera..., yo no sé coquetear—. Fui arra

omo la leche y resalta esos ojos amarillos que brillan con más intensidad. Tiene varias pulseras en sus muñecas y algunos cordones sobre su cuello. Lleva varios botones abiertos dejando ver la piel de su clavícula y dándole libertad a las gargantillas para mostrar lo bien que se ven en sobre su p

. Me gustan tus cordones, son muy lindos. —Trato

algo! Su perfume inunda mis sentidos cuando se acerca a mí, se posa detrás y toma mi cabello que, por ser rizado, no hay manera de que se quede quieto a los lados, así que lo tomo con mis manos dejando mi cuello expuesto. Me estremezco al senti

con mi cuello y varios escal

ida y salud que me dan ganas de comerte y disculpa si sueno atrevid

ntonces, como si un genio de esos de las lámparas mágicas escuchara mi deseo, el rubio pálido se localiza frente a mí y se acerca tanto que su delicioso perfume me transporta lejos. Sus ojos me escudriñan de una forma que no sé

n Ewen grita desde adentro, rompiendo esa ext

fuera su presa y debo reconocer que esos ojos amarillos me recuerdan a un felino salvaje. Sí, me siento como una tierna e intimidada paloma ante él, q

padres mantienen una conversación muy amena con nuestros vecinos; a decir verdad, se llevaron muy bien desde el principio, lo que

ientos y de momento me lanza una

. ¿Por qué no llevas a Ester a dar un paseo? Claro si ustedes están de a

te—. Ester no tiene amigos cerca de casa,

ovocando, puesto que este chico me da ganas

icas me sacuden cuando nuestras palmas se unen. Me levanto y quito mi mano c

Ester —comenta mientras camina

hay mucho

epente y se me hace una pregunta tont

iecisiet

eci

razón por la que no

he ido a la escuela

n de la sorpresa y él se

a. —Baja el rostro—. Lo que deseo aprender

¿Por qué no vas al colegio? Y... Si ya sabes lo básico, deberías ir

ias direcciones como b

rarme. No entiendo su argumento, sin embargo, n

regunto esperando disipa

las bebidas rojas y observar l

o es raro..

a con mis manos de la sorpresa

más disfruto

saba que encendías la radio o algo así. Creo que deberías dedicarte a la música, de verdad, eso s

ial en los ojos. Asiento con nerviosismo y él sonríe con dulzura. Que l

s gustos y situaciones graciosas, aunque él

ando y no creo que sea conveniente. Hay algo en él que me da tristeza y me alerta,

*

ra

uella ventana. No puedo darme ese lujo, ell

bes alejarte de mí,

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