irando todo el esplend

, besando mi cuello.

asta que se detuvieron en los

lta

mis labios. Su lengua

do apresurado, terminé

besarte, gatita",

ibros, que el beso del

lo. No fue lo que sent

iempre estaba preocu

s, la vida real era muy

ni siquiera lo sufcien

s de l

mis brazos alrededor de

debajo de mi sostén. Su

dolor. Traté de liberar

i lugar. Mor

preguntó, pasando el

dis

ué estabas tra

s manos

a hacer nada que

, al menos déjame verlo

. - Me estoy volvien

r debajo de esa ropa.

mi muñeca pasando mi ma

í algo grande y duro y

untos por un tiempo, pe

alabras – De todos modos…

vez… ¿

lo haciéndom

es muy especial p

ó mi cintura un poco

ré nada demasiado,

én me

antarme el sostén con s

ni siquiera fue de la

comenzó a sonar en mi b

a Zyan quejarse de

o ni siquiera

Hol

sonó una voz impersona

spital de Chicago

mergencia de

s mi madre. ¿

atorio, pero ya está

lo antes

en, me vo

eléfono celular en m

an frunció

s a decir q

que ir. Mi mamá est

opl

, Casandra! Ca

vio de que mi madre

. Sabía que su enfermedad e

egar al hospital

ompensaré más ta

me llevas al Hospital de C

de todos modos y di

li

la puerta, p

Necesito ir al hosp

apartamento y abri

jó pa

cer todo por ti y no

se? Vete, pero no te

uchaba, ¿cómo no me di cu

este h

estamos hasta Was

ora en mi celular, eran c

el tráfco ya

rpresa, Zyan me

cir nada más, me arro

urante unos segundos, vi

do sorprendida p

lletes del piso, no era m

nseguir un uber, uno de l

llé para alcanzarlo. Fue enton

sando el dinero. Levanté

traje azul marino hecho

dueña. El hombre del traj

cara, estaba completame

un segundo y una sonrisa

esculpido por un artesan

fuertes, su nariz recta y su

impresionante eran l

ro, y me miraban con furi

guapo. El nivel de be

ra de lo

canto que tenía con su

ó la boca. Arrastrando

hacia m

oma el ascensor de

etió Harris para tr

fci

solo golpe, sus ojos se dir

amisa y un extraño escal

a cansado de pendej

y grosero

endo las manos en los

en mi bolso. El hombre ex

arriba y entré antes

e el ceño. Mucha gent

an ciudad como Chicago,

ste hombre me cabreó sin

do, detuve la puerta del asce

l, baja en el ele

poll

s ojos pero no dijo nad

oleada de ira estaba desapar

asiado pronto cuando lo vi ent

encima, se acercó y pulsó

es tu

extraño escalofrío y

'No es asunto tu

cástica y mi corazón d

d, su rostro se ilumi

ap

remos"

or pareció llevar sema

edifcio, dejé escapar un s

lán altivo lo más rá

en frente de mí, b

o”, dijo, haciend

índ

asualidad? Disculpe

debo estar - Traté de pa

eando mis m

su olor me golpeó

i cuerpo de repente estab

da

te puede esperar,

n arrogante que me in

a mezcla de furia y dolo

da en la cara con todas

el brazo con fuerza s

¿quién te cre

me, me arrastró fu

uando ya estába

una vez más, llamaré a

ando de rabia, pero é

se había