bi
¿Podrías dejar de pisar mi pie? Siento como t
—quitó su zapat
nosotr
nada más… —se quejó
miraba con mucha frustración y estrés, sus planes para pasar sus vacac
nial, Min venía de una cultura bastante estricta y reserva
uestra anfitriona? —dijo
ego sacudió la cabeza. —
ictoria, se apresuraron a ayudar a Min con
de ella ni de tus amigos… —dijo Alan, los demás escucharo
raba su plato, de repente le habían llegado ciertos
amilia a mis amigos, a decir verdad nunca abrí
kerlis. —La última vez Alan me habló de ella pero me dio
refieren, solo es una persona con un e
conservadores, y la mamá de Min
su llegada a China, el país donde habían oído por medio de las noticias y videos de Internet bast
hanghai, perteneciente a uno de los cuatro municipios, Costa centra
ue estábamos a punto de aterrizar y las azafatas y
dado lo que se sentía incluso rozar por mi piel, ese aire frío dándole la bienvenida al
eran muy hermosas ¡¿les vistes sus caras?! Ni
nto mi trasero, oye Min a la próxima ha
a… —dijo Alan mientras sobaba
nados por venir? JAJA Dejen de quejarse y c
uvo hablando casi todo el vuelo con una azafata sobre
ada momento en el nuevo país, de salida los esperaba un auto
iempo. —saludo Jian e hizo una reverencia, el chófer de la
dos al gesto y se miraron
después de tantos años me alegra que seas tu el que
ron aún más. —¿Será que nosotros
n a sentarse sobre sus rodillas, unieron sus palmas y se reverencia
chicos no hablaban chino por lo que entendían q
llamar la atención de los que caminaban c
! ¿Quién les dijo q
s tu cultura y haremos cada cosa que
Lo que están haciendo no
intonía. —pero leímos qu
so cuántas veces
n, pero Kerl
—
siete veces y sólo deben ofrecer e
aje de los jóvenes en el maletero, los chico
necesario que
sí. —excl
u mamá, no queremos que piense que somo
conmovida, y no querí
hacer eso entonces solo haga
guardado, debemos partir a
irigió a sus amigo
oras, las dos horas más largas
l primer país más poblado del mundo, y es cierto… —Edw
starías estresado por l
en casa y es algo
la casa Kim, atravesaron la villa
sus dos hijas en fila lado derecho, a su lado iz
usto excepcional y muy bien admirado entre todas las señoras de la
susurró Kerlis mientras c
a Min no lo pide, no moverse si la señora Min no lo pi
ncitos… —saludo pr
orten, abor