img De Jefe a esposo.  /  Capítulo 7 Y que necesita de mi | 43.75%
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Historia

Capítulo 7 Y que necesita de mi

Palabras:2165    |    Actualizado en: 13/08/2022

n

vida es tan injusta? Toda parecía empezar bien. Me acostumbre a mi trabajo, conocí al hombr

Probablemente buscar un nuevo tra

allí. Comenzará a insistir de nuevo en un puest

torso. Finalmente pude ver los abdominales marcado en su estómago, brazos musculosos con venas anchas. No parecía que estuviera en la oficina, pero era condenadamente sexi. Olvidando que estaba llorando por el hace unos minutos, me puse de pie y miré su seductor cuerpo. Su presencia me dejó sin aliento y mi pulso se acelero brusc

te tomaste un contrato importante contigo. Me gustaría que me lo de

e apoyo aquí detrás

parte entra. Vlad mirara fijamente a su alrededor, frotándose las cerdas pensativamente. Eventualment

y continúa con confianza. —Por la mañana, no comporte del todo correctamente y no tenía derecho de

la palabra, pero después de sopesar todos lo pro

que no sabía có

oras de trabajo —agregó Vlad, sonriendo

tu estado de ánimo no cambiará y no querrás vol

o mi pregunta. Las comisiduras d

dará por mucho tiempo —me aseguro y un

y de acuerdo —se

ñana nos vemos en

s v

e a la salida. Lo sigo, cierro la pue

nutos, tratando de dirigir el día. Aparece una sonrisa en mi rostro y la compresión de que es

nar. No entiendo quien más fue llevado allí en ese momento. Me quejo con trist

necesit

veces reunirnos con Benjamín. Los invito como familia a visitar, para si cumpleaños y para año nuevo. Incluso nos besamos con el. Para ser h

ntamiento. Aparentemente, el padre lo había instalado junto a él. El sueño de cualquier chica, pero no el mió. Por qué desde

nte y me entrega un hermo

eaños! –dice, sonr

celebrar para ser honesta, estaba completamen

o como hoy me despidieron, pisotearon y lueg

eventos p

njamín me entrega una b

sada —Empiezo a buscar excusa

uno no bebamos una copa de champán. Anna, so

e mañana tengo que trabajar –Tomo

saca los vasos y desabrocha la botella. Un coche con algodón sale

eve brindis y me mira fijamente

enta y trago rápi

ia durante dos semanas. Finjo estar interesada, le pregunto donde exac

amín nota mi indiferencia, frunce

mente me vaya —dice como si espe

de —estoy de

el día de hoy. Mi cuerpo estaba junto a él, pero mis pensamientos estaban dando vueltas, como e

emente. Todo está pasando tan rápido que no tengo tiempo para reaccionar, estoy perdi

, me mira sorprendido,

chón de cabello atrás de mi oreja y desvió mis ojo

o –agregó. –Pero tu y yo ya so

leve sonrisa y agrega. —Los amigos son amigos, siempre puedes

imal. Después de todo, esperaba m

es —lo sigo y cierro

emente como ayer, estaba segura que nunca volvería aquí y el destino decidió lo c

dida, pero trato

ndentemente tranquila, aunq

e iba a ser genial. Pero la palabra aquí es “tenia” porque no sucedió como lo esperaba. Por que yo de una manera extraña, logré derramar

¡ Dios que horror! Si aparezco de esta forma frente al jefe y esas personas,

tos bruscos, hojeo las páginas con artículos de marca, elijo los mejores pantalones negros y ordeno la entrega por mensajer

olo recuerdo que debo haberme que

pantalones sucios y veo una pequeña quemadu

ungüento para quemaduras, pero tarada mucho en venir y empiezo a sentir pánico. Ya han

pequeño tubo en sus manos y noto sus ojos c

ico? —pregunta preocupada, notand

ualquier momento y el mensajero con mis pantalon

o llegue te aviso ensegu

a genial,

aplico ungüento en la herid

ero? Me pregunto con esperanza. Inmediatamente me siento en una

pente entra Vlad. Serio demasiado guapo

ivamente y mi ritmo cardí

ltaba e

? Si es así, aquí estoy, vamos, nos está

hormigas corran por mi cuerpo. Parece que es

con voz temblorosa. —Cinco

te, tomas la carpeta y nos vamos —dijo V

mente hacia mi mesa y me sobresalto por la sorpresa. Estaba con

chado encima un balde de

una manera tan franca y había un

mi actitud, y estoy tratando de encontrar las pala

y baje los ojos. —Accidentalmente derrame café en

mis pierna, que está aún más ro

eguro y vuelvo los ojos a un lado, pongo mi mano sobre la herida y ha

lentamente retiro mi mano de la mancha roja giga

te –me encoj

médico, es mejor no bromear von a

con la ne

aran si ti, ll

—aseguró. –Pero solo

e mi pequeño pedido. Deja el paquete sobre la mesa,

uando vio a una chica s

ad y luego agrega. —Te es

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