img La sumisa vainilla  /  Capítulo 3 Lobo con piel de oveja | 6.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 3 Lobo con piel de oveja

Palabras:1484    |    Actualizado en: 09/08/2022

propuesta, también algunos vainillas curiosos que venían a ver de que se trataba o que querían experimentar una nueva experiencia junto a su par

e la gente que iba a los talleres se hacía un filtro para dejarlos pasar a la zona BDSM, lo sé, quizás sonaba un poco excesivo, tanta precaución… pe

rita bella- Dijo mi Amo un día cua

respondí sonro

do mucho y no solo como mi s

lo mejor qu

haces m

en que sus ojos se llenaban de orgullo cuando me miraba era algo que no tenía precio, con

esado o algo así… él estaba muy ocupado con su trabajo durante el día y yo con el mío en la noche, los días libres intentaba seducirlo pero el solo decía “Ahora no

ha presión en su trabajo, quizás había algo que le preocupaba y no podía compartir conmigo, eso me entristecía un poco, que no pudiera confiar lo suficiente en mi como p

n servilletas en las mesas y unas cuantas botellas de algo que ya no recuerdo en la barra, así que fui a la bodega que estaba

dijo, era la voz de Carola, una

on ella, creí reconocer la voz pero no… “no puede ser, ¿ver

somaba y veía con horror como mi Amo forcejeaba con mi mejor amiga para desv

e llevar- Respondió mientras se desabrochaba el

on terror, mi Amo tenía mucha fuerza, era im

nto sentí deseos de salir corriendo de ahí y hacer como si no hubiera visto nada, enfrentar una situación así me traía muy malos recuerdos, mi instinto era correr, todo mi cuerpo me alertaba

e mi escondite, Caro abr

e yo no… -dijo acomodán

- contesté con una voz tan tranqu

o lo miré sin poder reconocerlo y sentí muchísi

que vas a decir en tu defensa?- Di

uedar frente a mi y me dio una bofetada muy

debes respeto- dijo haciéndose el ofendido mientra

o que seas mi Amo- respo

a 3 años de relación por una estupidez si

rtancia” no puedo creerlo, ¡me das asco! Y no

taba abusa

que parecía… -Dije sosteniend

por la cintura y

n vaso de agua… soy yo, me conoces, fue ella l

cerlo ¿lo ha hecho con alguien más?- pregunté

ero, de algún modo, su

e el collar y vallase- Di

ien… no hagas algo de lo que

ad para poder irme de aquí… no lo haga má

n calma- dijo sosteniendo mi b

, maldito psicópata ¡¡¡¡quiero mi libe

oz- dijo c

l vez tiene miedo de que le diga a todo el m

evas a amenazarme, puta, no eres nadie s

al patio donde estábamos, él era uno de los guardias del pub

i collar de propiedad y agregué mientras Oscar lo sostenía- si ud no me lo quiere quitar lo haré yo misma, pero desde est

ad y ahora me sentía como un juguete viejo sin baterías. Me encerré en mi oficina y me quedé ahí llorando hasta las tantas de la madrugada, repasando cada una de sus palabras y excusas en mi cabeza, pero sobre todo esa maldita frase “sin

mismo en mi oficina, recostada en un sillón que

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY