HOJAS AZULES

ot

ho que te animes a leer mi libro, espero

ama, te recomiendo que leas mi

ntigo, ni

ndo la

ojas

la la historia, y entenderás la aparición de ciertos personaje

ducto de mi imaginación, es por eso que algunas cosas no van a

*

haga cargo de sus empresas, sin embargo, esto de tener una doble titulación, no es nada fácil, ya que debo admitir que mis últimos semestres de ciencias políticas no están siendo nada agradables, pues a pesar de que no es presencial, lo que es muy bueno, porque soy yo quien distrib

nuevo club nocturno en Manhattan? —

lguna, sin despegar la vista

¿y?, pues d

diar, y tú también, viendo tu teléfon

ué aburri

bro, esperando que se calle de una buena vez, para evitar que nos regañen en la biblioteca

ntesto, para no tener que seguir con la conversación, pero

mbrada, fijándome po

izás así aprende

igo, y me vuelvo a

ien con quien salir, que te escuche, y que de vez en

sa, tengo que ocuparme del posgrado, terminar mi otra car

on tu papá o con tu hermano, y podrás

sto por mi misma, q

cierro el libro en mis mano

itar a mi cuñada el día de hoy. —Me

an joven, pero te comportas como si fueras una anciana. Tal vez no necesites un novio, pero

que era lo mismo que yo le dec

ienes un punto.

que creo, te haría bien

Ji

, y es igual de ñoño que tú, pero también sabe cómo divertirse. Creo q

as dejado de lado

s a Jim, del cual, por cierto, se me olvidó mencionar que e

los sentimientos y el tipo de

mpaque es feo y poco llamativo, jamás lo compraría, la primera impresión siempre es la que vale, y un tipo feo, no encaja en mi

una bolsa de snacks? —Sigue escribiendo, y no me presta atención.

ención. —¿Vas a ir así? —Me pregunta

de los presentes, por

Chloe no le molest

o de Chloe?, me refiero a la

los ojos de par en

a a recoger sus cosas) así que en más o menos en unas 4 horas tendrás una cita a ciegas, donde la idea e

a salir con él. —Detiene su andar, una vez llega al a

tener una cita

ro qu

lvo a hablar. —Se monta en su auto, y aunque intento refutar lo que me dice, no me deja. —En la cafetería Frisson Espresso cerca al Lincoln Center, por favor no llegues tarde. (Enciende

ar al

arios mensajes a Chloe para avisarle que hoy no iría a visitarla, me había ido a mi casa a cambiarme de ropa y arreglarme, para que por lo menos el chico, no pensara que su cita a ciegas era

epa algún atajo… —Le digo al taxista, al notar que no avan

ento. Solo queda esperar. —Suspiro derrotada, y llamo a Rita p

le la situación, del cual no obtengo respuesta. Durante una media hora

acer? —Es lo primero que se viene a mi cabeza, po

ce Rosa llorando a t

, ¿qué pasa?,

la señora

abla con claridad,

sufrió un accident

tá muy mal, sentí un fuerte estruendo en mi pecho,

ce, por eso la estoy lla

ción, ya mismo

toma una salida que se encuentra más despejada, no sé cuánto tiempo pasó, pero por mo

y apenas veo su nombre en la pantalla, mis manos empiezan a temblar. Había olvidad

l Norte, ella y el bebé... ella...—Suena desesperado, asustado, temeroso, de pronto d

i débil corazón, pero d

ue tú no contestabas, ya estoy lle

Chloe o a nuestro bebé no podré soportarlo... —Empieza a llorar nuevamente, esta vez

si te pones así. — El me dice que está bien, y después de unos cuántos segundos cuelgo. Apenas lo hago, mis lágrimas empiezan a brotar, mi coraz

mi columna, haciéndome sentir miedo, un miedo que jamás había sentido.

afueras de la sala, está Rosa, muy nerviosa. Me acerco a ella, y justo cuando iba a preguntarle si sabía

eza gacha, y al ver su expresión de descontento y su postura

ada, y ella su

zado al esposo? —Pr

pero puede decirno

ice y masajea su cien, par

sin siquiera poder distínguir su rostro,

que no tenga que verla cuando ya esté en ese frío lugar —Dice y regresa a la sala, dejándonos conmocionadas por la noticia que aún no terminaba de creer, hasta que vi a mi hermano llegar, y ver cómo abrazaba y besaba el frío cuerpo de Chloe que transportaban en la camilla donde acababa de dar a luz a su pequeña bebe, entonces sentí como los latidos de mi corazón golpeaban fuertemente mi cuerpo, cada