si, su padre era un gran hombre de negocios, su mente era brillante y valiente a la hora de arriesgarse, pero lo que nunca hab

El hombre apretó sus labios c

a mismo, tendré que retirar todo mi apoyo anteriormente mencionado y la empresa ta

rándose en jarra. Mirando como su hermano,

ndatos de tu padre y también te da una prologa de 2 a

Tenían que pensar con la cabeza, saber que harían en ese momento, no podía simplemente negarse a la posibi

hermana entenderás que lo que pide tu padre no es tan descabellado. —John tomó sus cosas

l infarto que sufrió todo podía pasar, cualquier mínima alteración lo podría llevar al verde de la mu

ue lo que les paso a Marco y Sol. Sabían la hermandad que tenía el señor Smith con su padre y había sido por eso que habían acudido al hospital esa mañana con un enorme ramo de rosas. Para todos era un secreto la causa del suceso, para Constanza era al

a y fue otra más de las malditas cláusulas en el testamento de su padre. Como fuera ahora se encontraba

con tu padre. —Constanza tomó un pe

aparentando tristeza. La verdad er

cio, todo mundo decía lo mismo, estaba cl

é que no me conoce, pero de verdad siento mucho por lo que está pasando, lamento decirle que tal vez l

y no tú? —Si er

itas cláusulas antes de morir.

ventilar nuestra situación. —Esta

nfianza. —Constanza tr

prometía en menos de seis meses toda la fortuna de los Montalvo pasara a man

a D’monte también —Sol asintió. Constanza se quedó pensativa, tal vez es

PO A

e algo estaba seguro y era de que no descansaría hasta que su ahora esposa, lo amara como él lo hacía con ella. Era absurdo decir que la amaba a pensar de que no se conocían, solo le había bastado verla una vez, fue

cuartos separado, en no tratar de tocarla o incluso besarla, podía intuir como se volverí

"No tengo ganas" lo que recibió como respuesta, ahora tenía que ocuparse de algunos asuntos en la ciudad y mientras él trabajaba, Megan se q

a Riverside, pero no casada con alguien más, sino a lado de Mark, no sabía nada de él después de no haberse presentado en la estación de tren, no sabía si se había ido o si incluso la odiaba p

onsumar su matrimonio, esa idea la ponía muy nerviosa, ya que no imaginaba a otro hombre que

upada para platicar con ella. Agradeció cuando Marco le sugirió que fuera de compras al centro comercial, no era la clase de chica que le gustara ir de tienda en tienda todos los días, despilfarrando el dinero, lo sentía innecesario, pero no veía otra opción ante su aburrimiento. Antes de casarse trabajaba en la empresa de su papá, ahora, incluso eso

le apetecía comprar nada, estuvo a punto de entrar a una tienda cuando su celular empezó a so

ue detuviera sus pies al igual que su corazón, por la sorpresa, una enorme son

uspiró al otro lado de la línea. No po

udo en la garganta después de enterarse de todo, quería ir por ella,

s. Pero no podía, se sentía sucia, a

ervado, la emoción que sintió al pensar que Mark pudiera estar ahí la hizo olvidarse de un pequeño detalle—. No voltees, el h

Mark preguntaba si Kang era el hombre con quien se había casado—. N

voz de Mark se escucho decaída. Megan se mordió el labio, mantenía distancia prudente para que Kang no pudiera escuchar na

s, te veo en 10 minutos. —

ndas dirigiéndose hasta los vestidores. Kang iba detrás de ella como m