Teach Me Math, Baby

yli

20 es 400..., entonces el valor de la hipotenusa

oca para después mordisquearlo mientra

os catetos y me da el resultado. Lo compruebo haciendo las cosas a

ara llamar la ate

el profesor Matthews cu

nuncié, con sufic

que otros se alegraron ya que podrían copiar mi r

indicándome a que pasara al frente a resolver la operació

dibujado el profesor previamente. Lo hago así porque una vez sólo puse la respuesta y él

z que terminé de anotar en la pizarra. El profesor Matthews observa detall

endo que no la habían copiado aún, pero él hizo caso omiso a sus reclamos—. Para los que no terminaron, quiero todo eso de tarea para mañana y la página 68 de su libro— Ordena, y yo abro en libro en la p

a, es necesario saber por lo menos los conceptos básicos por si en algún momento se nos presenta algún problema. Esa es mi clase favorita de todas las que me dan, sobre todo porque el profes

alir de clase haciendo ademán en salir del colegio. Matemátic

e. Quizá ahora amaneció igual y por eso no asistió. Le mandé un texto a mi mamá diciéndole que iría a

que tuviese que pedir un taxi o esperar a mi hermano que saliera de la universida

mucho, pero el tiempo se fue rápido. Disfruto mucho de ésta avenida llena de vegetac

ta que una Dalila despeinada y con un

por la gripe, con una sonris

aludé de vuelta

on su pañuelo su nariz. Hice una mueca d

a ver com

un asco— Dijo bufando y miránd

a razón, en son de broma,

uerta dejándome entrar. Dejé mi chaqueta del colegio en el pe

té cuando ella se sentó

má fue a comprar algunas cosas— Sorbió

esto. Miró hacia arriba unos segundos, como si estuvies

nte dramatizando las cosas. Rodé los ojos ante su broma, ya que su casa es de una sola planta—. ¿Y bien? ¿Quieres qued

*

ue irme— Dije con resueno a

quería que estuviese ahí cuando ella llegase. Así que es mejor

estaba sentada. Le imité y salimos de su habitación para ir directamente a la puerta de entrada, no sin antes tomar mi chaqueta, ya

e yo no tengo su suerte con los chicos. Para lo único que me hablan es para que les pase la tarea de matemáticas o que les ayude con alguna operación que ellos no ent

o Dali cuando yo estab

s?— Pregunto,

ando me contestó de la misma forma cuando le pregunté lo mismo. Es sólo que no quiero estar sola otra vez, Dalila

mprender camino hacia la mía, pero algo capta

ar hacia la casa de enfrente al lado, en donde

n que es un universitario, eso es l

imité a c

veinticinco minutos aproximadamente si tomo un ritmo de caminata sin

alila. Parecía un tipo joven, se me hacía raro que tuviese una casa completamente para él, ya que las casas de este vecindario

erior sin mangas y unos vaqueros negros ajustados mientras su cabello caía libremente a los lados de su cabeza. Su cabello

te a su casa, no me di cuenta de que había algunos objetos, que de seguro cayeron de alguna de las cajas, en la acera. Todo por estar v

idiota,

berme dado cuenta de lo que esta

ero un dolor en mi rodilla ocasionó que no pudiese

ntó una voz varonil y

de voz mientras buscaba a tie

parecían mis gafas las cuales no podía ver bien de

acto en la mañana y tenía prisa, ya que anoche me desvelé hacien

costumbro a ellas ni creo que me acostumbre nunca, prefiero

las puso. Parpadeé un par de veces para acostumbrarme a mi nueva vista y fue

bservándola. Me levanté un poco apoyándome de mis codos para poder ver mi rodilla, la cual estaba cubierta

le notaba preocupado al ver

itos como los suyos. Era una mezcla de tonalidades ver

más de cerca, noté que era mucho más atractivo. Era realmen

ido sacándome de mis cavilaciones mientras

é los ojos con fuerza y apart

s! Qué v

a?— Preguntó, pero yo no lo miré. No lo

Intenté levantarme, pero sentí a mi rodilla entumecerse. Hice una mue

estirar mi pierna, así que la tuve que mantener flexionada hacia arriba sosteniéndome de un solo pie. Él al notarlo,

jándome para caminar j

scuché más asustada

— Contestó con

en— Dije tratando de sonar deter

tás. Estás sangrando— D

— Mentí. Aun el nerviosismo se apoderaba de mí ev

ar pero de esta no salió nada. Era como si él tuviese un poder para hacerme actuar de esta

erá mejor q

mirarlo. Dios. ¿Por qué me pasa esto?—. Y aparte, ni siquiera puedes

ago una pequeña demostración. Él rio

casa me avisas— Dijo, en un to

ije de la m

ce una mueca nerviosa y negué con la cabeza su aclaración—. Vamos, allá dentro tengo un botiquín de emergencia

. Quizá él sea esa clase de chico que aparenta ser bueno en las películas y resulta ser un abusador o algo mucho p

confianza como para aceptar su proposición de entrar a su casa, pero otra parte de mi me dice que no debo hacerlo, que debo confiar en lo que me han inculcado mis padr

, aceptando su propuesta y a

Me sorprendió el cómo me tomó por la cintura ayudándome a levantarme, y

, Marylise!

caminábamos a mi paso, miré re reojo hacia atrás, encontrándome con Dalila en la ventana haciendo una ex

sé a su casa? ¿Por qué estoy entrando a la casa

no de los sillones, el cual aún estaba cubie

orden. Es solo que a

pí—. Está bien— Fingí una sonrisa

por el botiquín— Asentí

an una manta percudida encima y, puedo jurar, que había telarañas en las esquinas del techo. Pero no lo culpo a él por eso, ya que como acaba de mudarse, no c

ció, al llegar a

él una gasa, algodón y algo que parecía una solución para desinfectar he

pado, pero al llegar a mi rodilla se detuvo. Le miré confundida—

acaba de p

confusión. Puedo jurar que mi cara e

ó. Solté un suspiro de alivio. Pensé que... ¡Dios! Tengo que sacar esas id

supongo, por el gesto de terro

go

un doctor? ¿te sientes bien?— Me pregunta, intranquilo, b

y se retira, deja el algodón con desinfectan

allá está guardada— Señala el estuche de color negro que se encuentra recargado en la mesa de comedor—, a veces canto— sonríe y hace otra pausa, frunce su

o mi

ecisamente por ser un extraño le

e ni nada, solo lo hice yo para que c

garme un poco. Escucho una carcajada de su parte mientras yo comienzo

manos—. Lo siento, fue un mal chiste— se disculpa—, solo quería aligerar la situación, pero no funcionó— Suelta un suspiro y me mira directo a los ojos—, si qu

ar de veces antes de

expectante a una respuesta. Retiro mi mirada. Escucho que murmulla un "Okay" antes de disponerse a limpiar mi herida. Colocó el algodón s

í—. Lo siento, solo será un poco— se disculpa, pero y

ray antes de aplicarlo en la zona. Al principio ardió muy poco pero de

por completo en el piso para una posición más cómoda. Coloca una de sus manos en su ba

e y que no confiara en las personas tan a la ligera, porque no se sabe quién pueda tener buenas intenciones y quién no; en este caso dudo que él sea una persona mala, si lo fuera ya me habría hecho algo o dado indicios claros, hasta el momento sólo se ha comportado bien conmigo,

una voz tan baja y débil que dudo

poco asombrado por mis repentinas palabras. Noto como esboz

gu

tímid

o permiso para continuar, yo asiento a modo de consentimiento y se dispone a seguir limpiando la

ión de limpieza para mi rodilla ensangren

Dijo al

n una sonrisa tím

é todas esas cosas regadas por allí. Es lo m

sus cosas regadas por la acera, y también por estarlo viendo c

piarme y emprendió su camino, supongo que a tirar lo que

. — Le

¿

anto apenada, recibiendo un g

ué lo s

sin conocerte, aunque no te conozco aún, pero... — suelto un suspiro para tranquilizarme, ya

ar hoy en día, no te preocupes— me regala una sonrisa sincera—.

pasa nada— Le r

Anuncia y yo le respondo con un asentim

n y noté que ya podía apoyar un poco la pie

unció su ceño. No necesitaba conocerlo de toda la

expresión y escuchar el tono de su voz sentí que la

Digo a tropezones, a como m

ingún lado— Habló

al dudar de lo qu

decir lo

ente a mí. Por un doloroso momento temí que m

vo antes de hablar con voz tranquila y apacible—: Aun

sp

per

nces déjame llevarte a tu casa así estaré más tranquilo de que no

n suspiro al no poder hacerlo. La abrí

ea, no me siento bien, todo es muy conf

der mi respuesta. Asentí. —Bien, vamos entonces—

De nuevo es

que te cargue?—

o. Asintió sin más que decir y me ayudó a caminar hacia su

urón de seguridad como si yo no tuviese la capacidad de hacerlo

uando abrochó el mismo y s

o si en verdad tardó un tiem

a del piloto y entrar al auto. Encendió el motor y lo hizo ru

tu direcció

el camino— Le sonreí tímid

mi dirección. Sí, sé cómo llegar a mi cas

sto para que yo entrase más en confianza con su persona y dejase de verlo como un extraño, y debo admitir que si lo logró, hasta tal punto de que co

do, siempre estuvo atento a lo que respondía y en ningún momento fue grosero, tampoco me hizo

colegio asistes?— Me pregunta, escuchándo

aber mencionado sin pensarlo dos veces y tan a la ligera el nombre del colegio

rápida. Asentí con la cabeza—, y

erdad?—

que entrara allí— Sonrió—. Era un desastre, sobre to

. Son realmente muy fáciles, no entiendo porque las ven com

hacia la calle. Asentí a lo q

stoy en la universidad se me complican más— Hizo una mueca de

o es cuestión de poner atención y

qué contestar ante eso, no sé si decirle la verdad, tampoc

ué tiene que import

rmino asintiendo. Él se limita a asentir

s y la conversación ya no volvería, dijo

é, algo curiosa y con un

s clases de

ídos lo que escucharon. Él asintió a lo

ar y resolver perfectamente un problema matemático, pero lo que yo sé y lo que me enseñan en el colegio no es lo

guntó, algo conf

que yo sé— Le expliqué, p

on la cabeza, aunque no creo que lo haya notado su vista está enfocada en el camino—. Bien

nerviosamente mis manos sobre mi regazo—.

está mal visto que vaya una chica de casi dieciséis años a la casa de un hombre soltero y solo a darle asesorías de matemáticas, quizá piensen cosas que no son y no me gustaría involucrarme en eso,

Dice, pero aun así no me convence de que esto no está bien—. Solo tienes que aceptar, no

é se refiere con que "gana

mbio?— Le pregunté mirándole. N

eteó en sus ojos, algo que no me gustaba del todo para ser

.., y yo te enseño otras co