ry

pero no tengo otra opción

abeza. Noto como una ligera sonrisa aparece en su boca m

toy arre

ipio, pero no lo hice, tenía miedo de que me hiciera algo si lo hac

? No quiero..., no quiero sentir esto, no quiero que me toque, no quiero nada que tenga que ver con é

Si lo de ayer me gustó, es muy probable que lo de hoy también me guste. Tengo miedo de l

mis inquietudes, mientras se separa

no sé a dónde me llevará si lo

o su mano para que me guíe a dónde quiera que vayamos a

esté prepara

torcida y comienza a ca

e a mí. Caminar por ese pasillo con él guiándome me hace sentir demasiado diminuta, demasia

so, ya que me mira y comienza a caminar más lento; pero yo no quiero que vaya más le

ecirle que no quiero seguir con e

o a mí misma, sólo porque me siento demasiado inestable estando aquí. Comienzo a observar el lugar; las paredes están pintadas de un monótono color blan

n él tocándome fue un choque a mis sentidos, mi mente no pudo analizar bien en dónde me enc

ro pesado al re

go parecido, porque sé que no lo hará, él lo prometió. Aunque dijo que no era muy b

n sus otras palabras: "Te prometo

a hacerme y después no quiera salir de esto; que lo disfrute

s, él me dijo que no me iba a arrepentir de haber aceptado, m

eocupaciones. Me giro hacia él, encarán

toy lista para lo

espuesta, y dice—: Tranquila, esto te gu

no quiero, que est

igo nada al respecto. Frunce su ceño y lleva una mano a su boca, t

qué se aleja? ¿Po

su voz. Algo sube de mi estómago hasta mi garganta al ver

tendría que quitarme la ropa. Eso no era

allá de lo confundida, porque q

quieres que yo lo haga?— Pregunta, retándome con la mirada. Trago du

frente a él. No sabía que tenía que hacer esto.

to. Ya acepté, ya no me puedo echar para atrás. Aunque no quiera

aviso se escucha como una pregunta, c

la habitación, pero él me lo i

e—. Puedes quitarte la ropa aquí mismo— Dice, pero sé por su ton

o, ¿por qué? Ya es demasiado c

espuesta de mi parte—. Lo haría con gusto..., pero yo quiero que lo hag

onido alguno, así que me limito a asentir con la ca

desnúdate para mí, pequeña— vuelve a

ción con lentitud, sólo porque sé que si voy

abe, sé que disfruta verme de esta manera, si no fuera así no me hubiese pedido q

uda, que vergüenza. ¿Y si

qué siquiera me importa si le gusto

o para hacer algún movimiento. Me atrevo a mirarle y noto como él levanta am

miedos en una esquina dentro de mi cabeza y comienzo a ha

pero no la saco aún. Bajo mi falta por mis piernas y ésta cae al piso, justo de

ó congelarse y las inseguridades y miedos salieron de dónde las había apart

arriba abajo una y otra vez hacien

o me hace sentir bien. El pensar que me desea es algo chocante, pero a la vez sugestivo y tentador. Por una extraña razón me gusta que me mire así, p

sismo aumente—. Eres... — Suelta una exhalación mientras me mira una vez más—, eres realmente h

le decir eso, así que tengo que inclinar mi cabeza hacia ab

ral de mi camisa para intentar tapar lo que he descubierto antes.

ar que su seño se frunció ante mi acción. Me atrevo a mirarle y, efectivam

o. No quiero que esté enojado

xpresión haya cambiado a una moles

eso en éste. Mi piel se eriza ante su contacto. Su toque va bajando poco a poco hasta llegar al cuello de mi camisa, es cuando aparta una mano de donde la tenía previamente y con ésta comienza a bajar la manga por mi b

os—. Pero de seguro sabes mucho mejor— dice, volviendo a mi c

mejor? ¿Va a probarme? Pero, ¿cómo? ¿

as sus manos seguían aferradas a mis caderas, pero aun así yo seguía pensando en lo

caricias ceden dejándome respirar. Me observa detenidam

de su boca antes de ma

entirme bien. Era mucho mejor no gustarle, así él ya me dejaría en paz porque no creo que quiera meterse con alguien que no le gusta

ue me aferre a sus caderas para que no caiga, así que lo hago. Él reanuda su repar

expresión que le demuestre que me gusta lo que hace. Dijo que si le decía que lo que sea que vaya a hacerme no me gustó entonces me dej

cie acolchonada. No es necesario que sea un adivino o que abra los ojos para darme cuenta que ya estoy en su cama. Aunque ah

me hace porque sé que eso hará que estas sensaciones aumenten. Pero al final t

algunos pequeños brincos cuando muerde la piel de esa zon

o la piel que no alcanza a cubrir mi sostén. Un escalofrío me rec

siquiera sé cómo describirlo, pero me gusta y creo que él se está dando cuenta de ello ya que puedo sentir su sonrisa rozar contra mi

desde mi hombro hasta mi cadera. Me aferro a las sábanas con mis maños hechas puños s

i pecho, sólo espero no tener otro ataque aquí mismo. Si eso llegase a pasar,

siento como comienza a jugar con el bo

s. Sus besos, caricias, absolutamente todo movimiento se ataja. Separa su rostro de mi cuello y me mira con sus ojo

ué intentaba bajar mis bragas? Pensé que ha

ostro sin emoción; así que preg

dignación. Abro mi boca para hablar, pero él no me deja hacerlo ya que l

confundida. Él no habló

scucharle llamarme así, pero no debo concentrarme en eso ahora—. Tú lo aceptaste y

er

allarme. Toda expresión de molestia se esfuma para ser reemplazada por una liger

n bien recibidos por mi cuerpo al instante, ya que éste

acariciando toda esa zona, causándome muchos es

atrevo a preguntar

y los múltiples besos en mi abdome

ás es placer, pequeña...— Remoja sus labios con la punta de su lengua haciéndome estremecer—, sólo placer...—

antes; es como una especie de electricidad que me recorre completamente cada vez que besa, mordisquea o lame cualquie

arruinar lo q

z más, hasta que se detiene llegan

ués— Murmura subiendo nueva

iensa hacerl

desliza por todo mi cuerpo hasta llegar al lugar al que llegó antes. Pero extrañamente ésta vez no intenta

puedo notar lo húmeda que

opongo resistencia, a este nivel del j

idamente justo cuando sus dedos comienzan a trazar lentamente

? ¿Por qué s

do que la sensación sea mucho más grande. Muerdo mi labio inferior y aprieto la sabana en m

te bien, esto me gusta demasiado, tanto que no puedo evitar demostrarlo con mi cuerpo, que se contrae

os tocándome me están volviendo l

ando hago esto?— acompaña sus palabras con acc

lve a preguntar, pero sigo sin contestar porque sé

lo que dijo que sentiría? Si es

. Hace calor aquí dentro, o quizá solo soy yo. No lo

ez más, pero no contesto, s

de ardor desaparece, to

to, tomándolo de su camisa con mis manos hechas puños. Quier

ego a mis ojos, su expresión es con

se escucha más como una orden.

vaya, no quiero

Pregunta, escuchándose el r

, pero no me at

unta, con un tono de voz más sugerente. No

o volveré a sentirlo. No sé qué es lo que quiero. Por una parte quiero que esto se termine porque sé que está mal, pero por otra quiero que siga porque se siente muy bien. Supongo que

iste—. Contesta,

en mis palabras. Una sonrisa juguetona aparece en sus lab

lo que quie

para intentar controlar mi tem

siga

., co

esto

que siga

que siga q

egunta que como una respuesta, porque

favo

ca. ¿Por qué cuestiona todo lo que digo? ¿Qué es

un murmuro agitado, tomando su mano y llevánd

vocando que aleje su mano rápidamente y sienta mi cara arder. Se está

Comenta—. Pero

mi cuello y me castiga con un par de besos

o de éste para encararme—, de ahora en adelante quiero q

Pero,

sa, sólo tienes que pedírmelo

eces. ¿Por qué tendría que llamarle así a él? Dijo que si quería algo tenía que llamarle así, y

a ambas cejas en señal de presión cuando enmudezco

n mis palabras y dice—: Eso hubiera

en. Aparto mis manos y las llevo a mis costados para evit

los besos en mi cuello son mucho más desesperados. Incluso uno de estos dolió ya que parecía que succionaba mi piel hasta el punto en el

gata en mi vientre. Tengo tanto calor, estoy sudando

xtraño porque cuando algo arde, quema o duele no es

ardor no ha desaparecido, sino que au

erlo, pero a estas alturas del partido ya no me im

ro ésta vez él si se levanta. ¿Qué está pa

e, acomodan

¿Eso e

s así— Dice, sonriendo observándome de arriba abajo. Algo

o rebatir, pero él

eptar— Sonríe—. Si quieres saber qué hay más allá, yo con gusto puedo mostrártelo, pero no podré

más que esto? ¿pue

spués ya no lo disfrutaría, sólo te estaba probando— Ríe de la misma forma que antes—. Y espe

a preguntar, ya que

nfusión—. Bueno, no creo que lo sepas..., pero pronto lo sabrás, sólo

r, pero ahora en verdad quiero hacerlo. Quiero que me enseñe todas esas cosas que prometió

é a tu casa. Tienes muchas cosas en qué pensar, linda. Mañana me dirás tu respuesta— me señala con su dedo

que tengo que deshacerme de esto— Dice

é c

..,