mi

extraviada viendo el techo de mi habitación, pensando en ¿cómo fue posible que esa maldita mujer haya sido cap

ue donde encontraron a mi tío, tal vez tenga un poco de suerte y dé con algo que ellos hayan pasado por

o tomando las ll

estarlo a esta hora, pero es necesario que se present

legar al cuartel, en cuanto estoy en las rejas, veo que del otro lado hay demasiado movimiento, lo cual es bastante extraño, es ci

dados se acercan a mí, es como si

ir por lo que estos proceden—. Acompáñenos

n a su oficina, estos se desvían hacia la parte que co

hacemo

le más información, de eso se encargará él cuando lo vea. —Asiento n

me recuerda a un déjà vu. Una vez que nos encontramos frente a unas puertas de metal, los soldados me indican q

to a saludar con un asentimiento de cabeza, d

ción debe ser de su conocimiento —los hombres a su lado se mantienen en silencio, en espera de que el hombre continúe—, como bien le dije ayer, creía firmemente que

beza, tiene las manos atadas y algunos golpes en la cara, lo observo durante unos segund

uros de que es o

no cuenta con número de se

chos mafiosos utilizan balas sin número de serie

ca una hoja doblada, para este punto no me había dado cuenta de que tiene puestos unos guantes de látex, la abre y veo el

de mafiosos son muy cuidadosos, siempre tratan de pasar desapercibidos y en más de una ocasión hacen todo

ciones? —inquiero, aunque

misma camioneta la encontramos a unos cuantos kilómetros de aquí, pero tampoco encontramos algo, usaro

este caso, por el momento no se ha corrido la noticia del asesinato del Coronel, pero sabemos que en cuanto esto se haga de conocimiento p

d es que no agrego nada, debido a que no estoy de acuerdo en que el Servicio Fed

, según lo que algunos mencionaron, han estado en contacto con algunos hombres, los cuales están dispuestos a hablar, siempre y cuando s

…

mi auto y después de un rato llegó al lugar, observo todo, pero está casi desolado, excepto po

iforme, me acerco a la barra y pido una cerveza mientras analizo todo a mi alrededor, parece que antes no era un bar y lo acondicionaron para que ahora lo sea, veo

encuentra a mi derecha, me giro un poco para observarla y mi r

ar más hermoso que he visto en toda mi jodida existencia, si estuviese muerto pensar

inquiere al darse cuenta de que la

ermosa —le confieso con sinceridad

e de su vaso, cada tanto la observo de reojo y parece un

? —indago, mientras

esta con frialdad—. Dame otro

tiendo. Maldita sea, me reprendo a mí mismo, nunca he sido así de ins

eguntar —me dice después de

ngirió, pago lo mío y salgo casi corriendo detrás de ella, no deseo que algo malo le

tá por suceder, la ventanilla de la camioneta baja y observo como un hombre saca una AK-47 apuntando a la hermosa rubia que no se ha dado cuenta de nada, desenfundo mi arma y me arrojó sobr

observo su pierna y por suerte par

varme —comenta como restándole impo

hospital para q

neces

n —nos interrumpe un hombre que

miento de su mano y a ella la carga literal como si fuese una pequeña m

en, no me pas

¿Y toda esa sangre? —ex

de al mismo tiempo que me señala con su delicado dedo, por fin e

var a Ana. —Me tiende l

te lugar es bastante peligroso —comento al recordar

o tendré en

darme cuenta de que d

Ana, es peligr

d de hablar con ella, sin embargo, para sorpresa mía y del otro hombr

por ella, yo solo asiento como un completo imbécil al que le han comido la lengua los raton

esta noche, ¿por qué esos hombres intentaron asesinarla? ¿Será que está medita en negocios turbios? A mí no me lo pareció, por el contrario, se ve que es una mujer sumamente frágil que necesita de alguien que la proteja, su mirada