No Juzgues La Portada

o v

a Marypaz, o Pacita como me gustaba llamarla, bajándose del pupitre roto que precariament

salón abandonado a pasar el tiempo. Pero cuando descubrimos que las ventanas daban justo a la cancha d

que nos hacen hace

ma, se quitó la camisa—exclamé aferrándome al mar

cita, subiéndose a mi lad

anos, piernas y pedazos de madera. Por suerte no salimos lastimadas. Nos comenzamos a reír

upitre—dijo sentándose con

en mi asiento, mi nalga derecha había recibido todo el impac

a universal, entrando al salón— Hoy teníamos un examen

que fui la única que me lamenté en silencio.

necesitaran ayuda para ponerse al día. Así que Maggio y Flores—dijo

que ayudábamos a algún compañero en una clase. Bueno en realidad si era la primera vez para Marypaz, ella era muy tímida y le costaba interactuar con cualquier persona, más con el sexo opuesto, le gustase

n perfección hacia un lado, ojos caramelos y una amplia sonrisa que entró al salón con paso seguro. Fue inevitable que todas las féminas

a alto, con el cabello castaño oscuro y bastante largo. Cejas gruesas y pobladas que

clase?— Rámses no emitió ni

riel O'Pherer Dusaillant y él es mi hermano Ramses. Somos de Portugal y tenemos poco tiempo en el país — ante la mirada de confusión de la mayorí

ue los haría pasar por la tortura de interrogarlos en frente

a—refunfuñó muy bajito Rámses cr

y ni siquiera había rastro de la corbata a juego que debía usar. Su hermano, en cambio, estaba vestido de p

ños y hablamos español, inglés, portugués et français— dijo cada idioma en el

tró al salón, sentándose en el último de los asientos, justo al lado mío. Gabriel en cambio le dio las gracia

lado. Sus mejillas de un rojo intenso

. Así que Amelia y Marypaz los ayudaran—les informó señalándonos mientras yo alzaba la para saludarlos con repentina timidez, per

*

ras estábamos sentadas sobre el mesón del aula abandonada—. ¿Lo escuchast

xy. Pero que hermano más distinto, ¿no

momento, su padre era diplomático y había sido transferido a nuestro paí

un chico hasta mandarlo al hospital y que estaba drogado y borracho cuando

iado rebusca

a es porque piedras

mientras limpiaba mis manos—¿

a Ramsés y

as a Marypaz. Cuando se calmó proseguí en mi propia

icionaron y mi mejo

o divertida e incluso a

isma persona, e

que ahora podremos suf

ido correspondidas—rodé mis ojos en res

to Mia, por fis—rogó con tanta insistencia, usando el diminutivo que usaba mi familia—. ¡Tengo una excelente idea

tuya para algo más que esas coletas—dije

e muerte—. Sabían que estaban aquí, pero ¿Cuántas vece

ndo su labio inferior en un clásico pu

n de tutorías—dijo al tiempo que d