resaca y la fiesta temática viene
na ola hermanada se nos atravesara en medio. Luego fui a
que DUDO no para de enviarme notificaciones de citas, de etiquetas, de seguidores, por tanto debo agudizar mi vista. Recoloco t
Levántate y recibe DUDO. Tienes
asa? –me
voltea. Le muestro la pantalla de mi cell consiguiendo
he, West? –investig
me ac
s etiquetas
ue fue algo extravagante. Ambas buscamos l
en Italo ¿Quién es la
que hago con mi cabeza. Comienzo a separar mis labios tanto como Carson al percibirme desatando parte del esmoquin para lanzarlo a la multitud que vocea por más. Lo cual, se convierte en re
¡Carson! ¡Qué vergüenza! Al menos l
nterior, el video termina. Aunque una etiqueta que dice: «hasta el final» me llama la atención. Pincho y le digo a Carson que vaya a ese perfil también. Calen aparece en acción ¡Mierd
Carson, que sí lo ve, me insta a terminar de modo que quito el pause y veo a Calen rodeándome el cuerpo con su camisa. El tu
aca
el video cuando ambos nos perd
¿Carson que
rdas de nada,
dos están compartiendo y enviándome solicitudes. Yo no suelo
la abajo con rapidez. Carson me ve para abandonar
lgo que te gustaría aportar a todo esto, lo que s
, Carson! –lloriqueo
fue un error y de eso todos tenemos a diario
no –a
–, aunque solo a ti te hicieron
r otra compañera, me habría puesto en ridículo, o cuestionado cuanto dijese, o se reiría de mí
rac
o es que acabaste envuelta
? –con
to, mi pijama azul y gris lo
te a...eso? –r
sé, no m
enso que estar todo el día en cama me ayuda a sobrellevarlo, a aclarar
enemos un trato esta
veo su
Aaa
–repito–
n me agrada mucho más, de modo que agradezco su petic
Becker h
nfirmado!?
ntes atravesará la verja de la ent
ién e
iéndome– ¿No te acuerd
ues
sellar el tema– Olvídalo ya;
o me importa
asombro– Ay que ir
upuesto
amos sin móvil –decreto y tiro de su bra
alen no
! Ellos se reparten el puesto entre una
en un discurso. Otros estudiantes, como nosotras, vienen llegando en monopatín o bici. Carson y yo vamos en pijama pero el d
boroto! –se me
era, donde se encuentra Grace con sus artefactos para mejor
necesita para mantener
a de Marte –b
esa boca de ranch
sé! –me r
dos por teres sobre el comportamiento de la Sociedad Italina. Sonrío un poco antes de tener el primer vistazo de Beck. Veo solo parte de
a los presentes con disimilo, hasta lograr posicionarme sin cabezas que me o
os, a sabiendas de que es amado. Avanza con una maleta de la que tira sin exigir esfuerzo mient
ahí la Sociedad Italina para su atención. Al menos yo creo que irá a su habitación y no lo podemos seguir hasta allá pero alguien ha venido hasta aquí. Calen Sanders. A lo lejos del tumulto está con
el silencio nos inunda. Calen se retira para subir al auto, con lo cual,
ué p
...ya lo
o afectada sin razón. Por tanto abordo el pasillo a trotes. Le doy
ada y lleva sus manos al mentón. Le observo pero no consigo descifrar qué le ocurre.
e pido en son
e, yo compartí
Qué hay
co es Bec
Eso es imposible. No...él, Beck –enfatizo–
, Beck ya estaba en la escuela,
aría algo as
o sabes;
dejó ver? –
n me pidió sacarn
Dón
estatua
Compréndeme Carson: si fueras otra más de nosotras (con experiencia, quiero dec
í la inscripción de la estatua y
él quien se dej
Sí
¿Qué más?
o, ya te lo he dicho:
Con r
? –me apremia con
Entones, mientras él te habló supo que er
a invitarla a que se dé un baño cuando de r
. ¿Por qué
bajado sus decibeles pero el oí
as, incluso con Kimberly Kushirova y
sí y no
que ir a la contraria? Es así: en Italo
olicita– ¿Cuál
tengo ni
n nuevo chat que me revuelve lo vivido y
scrito Carson, ¡a
móvil y cuand
alSanders –me l
añana...porque hoy no
l pecho y me tumbo de
onderle. Me iré
al alcance de mis m
: ¿Cómo te
est:
ders: M
Wes
¿Te acuerda
ntilar. Alejo el m
est:
uponía. Por eso t
: No. ¿
Para contar
tener información de su parte me da miedo. Porque creo fielmente en lo que dicen: cuando te emborrachas haces locuras. Aparto el móvil de mi pecho o
la comida de los peses e inicio mi labor diaria. En tanto, AlWe
hace reír con
a cama, mi compañera sale d
no sa
scribo–, no dejes que te la den en platos ni bandejas. Luego ve por
mano a la zona y Carson se
ozco nada de esta Universidad ¡y tú te espera
reguntar –sugiero
ue me demoraré un rato. Así que n
ón temporal con e
tú diga
eces. Después me quedo rendida hasta que me despierta rozándome el hom
ara mostrarle mi
. Dormiré y dormiré hasta que DUDO olvide
ue no es drama, pata
udo d
encas de mis ojos al abrirse repetidas veces. Ruedo mi
engo el código replicado e
r tantas veces como qu
órr
á en mis
r fa
o para que rueg
e quieres
ia mí para sent
. –él repara
e quedaba mejor.
aquí anoche?
mo si no crees que
Entiendo que no era tu
venido a eso. ¿Por qué
te la idea– ¿Viniste
Sí
nada. Ahora sin más –voy hacia
n su característica soltura y la mano izquierda en el bolcillo. Rio al n
aramelo
lo al sentarse extrayendo sus manos, como lo hizo. Entonces, en la
y obtengo esa, más t
va que Calen me daba, tomé sitio en el suelo. Con los pies extendidos comencé a quitarme los zapatos de tacón. Inhalé y de corrido me tumbé de espaldas sobre el suelo. Calen carraspeó y ahora entiendo que se debe a lo revelador de mi postura. Pues s
justa, tan, tan injusta
o s
o volví a llorar. Tampoco me hago idea de por qué me entró
migo! –reí palmeando su
rites –me
detrás de mi cabeza para cubrir mis labios. Au
¿Mmm? mm –hi
Después apreciaba el lugar en derredor y las luces colgant
tó y...
que hice fue remontar sobre él e ir a olfatearle su boca.
e estos
ara enseñarme un ej
Qui
envoltura. Enseguida lo introdujo a mi boca y succioné el ca
ta que tragué pero si la ebria era yo, Calen fue quien aparcó sus m
ieres
arme los labios con su nariz. Sonrió en modo de haberlo disfrutado y cuando se alejó yo
sí el que había esperado toda la vida. Y como si de un juego para levantarme se tratara, luego de separar mis
stos. Así que fui a quitárselos. Calen trotó detrás de mí
mpujándome hasta el b
entras veí
sales con esto –ultimó pu
–corr
otro lado de la puerta v
dormecida pero distinguí el pijama que me tendió y l
da bien
ndí su
rac
llevara a la cama y para eso no debía acercarse tanto. Giró a ver a Carson con d
ersidad acabaron reducién
n cuento. Debí cerrar los ojos sin más pero ¡no! mi petición tuvo que
rostros que él no lograría recordar. Un día sus cortesanos prepararon un festín con invitación para todos y allí conoció a una chica. Ella supo que era especial y no debía olvidarse de su rostro; porque ella tenía la facilidad de para captar su atención. Bien fuera por sus movimientos s
onces, la ausencia de su relato me dev
ches, Ameli
te. Después, la frescura de mi pie