El frío de la madrugada me despertó, llena de alucinaciones,
corrí al baño, la incontinencia urinaria me fastidiaba, mientras caminaba
también sentí nauseas, vomité como un perro, me vi al espejo y me lavé la cara,
fue ahí que decidí que lo mejor sería aceptar la propuesta de Laura.
- No es tu culpa, Lisa, no podrás con esto - Me dije
viéndome pálida en el espejo
Regresé a mi cama aún con la terrible idea en mi cabeza. No
pude dormir, la imagen de Thiago, la idea de convertirme en madre, la fantasía
de una relación formal con Thiago, me atormentaba horriblemente y sobre
todo confundida por la bondad e ironía de las acciones de él, me quitaron el
sueño. Cuando el reloj marcó las siete en punto me levanté, tomé una ducha,
busqué ropa decente y me peiné, convencida de mi decisión, lo mejor era abortar
para tener mi vida normal de vuelta, eso era lo único que definiría si en
realidad tenía un espacio en la vida de Thiago, aun estando casado.
Una vez lista tomé mi moto roja, y sin importarme ya el
bienestar del bebé, me fui en ella, hasta la agencia, me dirigí a la oficina de
Thiago pero Madeline, la secretaria, me detuvo.
- No puedes entrar, ahora no puede atenderte - Dijo
mirándome por encima de sus lentes
-Él dijo que viniera hoy para hacer una sesión de fotos -
Afirmé convencida y extraña porque normalmente entraba sin pedir permiso
- ¿Traes la cita? - Preguntó estirando su mano
- No, solamente me ha enviado un mensaje - Aclaré mostrando