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Historia

Capítulo 2 No queda nada.

Palabras:3159    |    Actualizado en: 27/11/2022

:

largo color negro atado con una cinta, usa aretes en forma d

, bailar y tocar la guitarra eléctrica. Aunque todo lo dejo al entrar al dedicarse a sus estudios de contabilidad ya que su padre le propuso estu

intieron una conexión especial, salieron un par de veces más, pero él tuvo que irs

e propuso matrimonio de la manera más hermosa que pudo esperar, al

squivel, era una verdadera oportunidad que no podía perder, aunque

cuanto se presentó aquel primer día muy contenta por la oportunidad cuando le asigna

ó, apenas bajo del asesor notan

o nos quiere juntos, mi amor. — Carolina dijo mu

bes que estaba tan cansado anoche que nos vimos. — E

ba esperar a que todo fuera confirmado hoy. —La rubia

so a su amada, era una de las cosas que deseab

encia con su hija Amanda, notando aq

sistente Esteban Soler. —

en esto, pero él es mi novio. — Carolina hab

Amanda hablo sorprendida, c

a esposa. —Esteban afirmó sonro

ctos en público por favor, no quiero malos entendidos. —S

abrá problema. —De

as tonterías que su padre le

que manejará todo

alguna manera debían encontrar un espacio para los dos, era algo que les encantaba, sobr

estar juntos, aún no habían tenido aquel primer encuentro de amor, pu

primer paso, entregándosele, en verdad lo deseaba y supuso que él también, pero n

=

ra para la boda, diero

mosa hasta la cama, que estaba hermosamente decorada con pétalos rojos

o, mientras ella le desabotonaba su camisa vien

araba de excitarse con sus besos, sus manos eran una delicia para ella que le

ierna, la apretaba, le acariciaba y se fue acercando más a ella.

o hasta llegar sobre la ropa íntima, fue acarici

e cubrían aquellos pechos besándola en el cuello, le estaba gustando lo que hací

su abdomen, donde besó sobre los pantys, en las piernas, se desvanecía en la cama, él se quitó la ropa, pudo notar desde el mo

e mujer, de que alguien que le hiciera su mujer,

icadeza, vio lo húmeda que estaba, le besó ahí, nunca había sentid

arle, hasta que se levantó y se quitó su estorbosa ropa in

ó besando en el cuello, en los pechos, pudo sentir aquella excitación junto a su intimidad, que pedía que entrara por primera

con su miembro en las manos, lo comenzó a pasar sobre su intim

vez más, hasta que ell

quiero ser tu mujer ahora, mi

abrazó más fuerte, fue cuando lo vio a los ojos que en ese momento tenía unas lágrimas, de dolor, pero más de agradecimient

or fin era suya, por fin sent

ta que sintió sus fluidos dentro de ella, fue maravilloso esperar a esa noche

n Amanda Esquivel que aún duele, porque, aunque tiene consuelo en Daniel, lo ama y no desea

:

, una empresa muy codiciada en el país, aprovechaban para escapar en su tiempo libre, iban al archivo

saber si en menos de un momento Esteban la haría suya, como podíamos se deshacían de la

scubrirán si no me suelta ahor

? Porque ansiaba estar así c

ro, evitar gemir de placer, en un momento así en la oficina fue algo muy especial,

ron la noticia de que el señor Samuel había fallecido, fue muy fuerte para todos, s

n saber que lo que ocurriría les cambiaría la vida a Ca

oche, Carolina sacó la prueba que Esteban había comprado con anterioridad, al realizarla, no podía c

cercana al corporativo para que le dijera si serí

ra especial para ellos, pues era el luga

es una broma. ¿verdad? — Susurró en

argó, comenzó a darle vueltas de felicidad, es

r? — Carolina mencionó momentos de

efe. —Esteban habló, observando el hermoso pais

arolina sentía nostalgia pen

o, dejando todo a su hija Amanda. — E

ña tomará sus riendas con

uera su presidente. — Este

te de esa empresa? — Car

que está enferma y que no puede. —Este

r, no quiero que lo olvides, Esteba

ntos juntos sin que nadie nos moleste cuando seas mi asistente, ganaremos b

idente. — Carolina dijo un tanto emocionada y con la mirada de lujuria, cuando este se acercó más, sintiend

era muy eficiente a pesar de no tener experiencia en esas áreas, cuando le llamaba a su oficina pasaban días inolvidables,

tener intimidad, sin q

carta de despido por estar embar

s esto? — Entró a la oficina a

rta y dijo que él n

vel lo hizo. — Apreció la c

l presidente, ¿no? — Lo a

eñora Ferreira. — Los in

ora Soler. — Le recalcó, t

zada y no servirá más como ante

respeto, Seño

cionó en tono seductor, sin importa

utearla como quería, tomá

regresar a trabajar despué

mencia, por favor. — C

e va hoy. — Le apuntó muy enardecida para ma

:

e era esta niña, su temperamen

, sabían que con lo que ganaba en ese rango pagarían

gando algunos meses a la deuda y se dedicó a cuid

o llegaba a la hora de la cena, otras veces llegaba de madrugada, se

aun así, se veía feliz con su hija en brazos, compartir un momento así c

:

e casados, se vistió para él, ya era de noche y no llegaba, pensó que seg

nde está mi esposo

s saberlo? — Habló

ina quedo estupefa

nmigo, ven a verlo como

al oírla, él no pod

na de placer, no le dijo nada y se fue enojada a un bar cercano, pidiendo v

rra le envía esto. — El chic

aceptarlo. —

o me echaría de aquí

al hombre. Este se acercó cuando ya estaba realmente borr

ensuales la estaban enriqueciendo, pero le recordó a Esteban y no querí

onriéndole para después besarla, dejándola sorprende

edia hora más, hasta que regresaron a la

rrachera lo besó, a tal punto

esto mi reina? — Besó

dices así? — Dijo con

asiado hermosa. — Daniel se acer

arolina estab

ú marido y

ó, mirando ese hermoso anillo que le

s que no es justo que le pagué con la misma m

demos ir a mi casa.

n aquella petición, unos mi

a suya, sintiendo muchísimas sensaciones n

o a su lado, ya era demasiado tarde,

pidió que sólo fueran amantes y que se ver

que sucedía, be

no se encontraba allí, sólo fue a la c

noche festejaría su aniversario con su esposo. Al medio día

lo hacía, seguro se enteraría de todo lo qu

n salido un par de veces, de los cuales en dos ocasiones han tenido intimidad, en él lo qu

de Amanda, quien se obsesionó de él desde antes de saber que era novio y prometido de la rubi

erca al corporativo, meses atrás, desde allí no podía controlar las emociones

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