img Mi esposo es un millonario.  /  Capítulo 2 Recuerdos | 3.85%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 Recuerdos

Palabras:1626    |    Actualizado en: 22/12/2022

e

me estiro y luego de bostezar, un preocupante bulto

tiéndome aún más imbécil de lo que normalmente soy. Expulso una cantidad exagerada de aire por mi nariz, me sie

to exótico y redondo. Una melena de extraño color naranja natural se expande por su espalda y parte de la almohada que se

cer disfruté... Disfrutamos. Jadeos, quejidos, palabras sucias y gemidos mezclados es lo que más recuerdo. Me levanto de la cama y camino de un lado a ot

r aquí, y yo no d

os dientes perfectos relucen y me fijo

desesperada inquietud. Lame sus labios, desde mi posición puedo ver el deseo que recorre sus ojos y los provocativos gestos que hace con su boca.

mientras t

ashbacks a medida que el sile

olver a hacerlo, y estoy a punto de defraudarme a mí mismo p

be irse,

palmeo uno de sus hom

Con una de sus manos aparta su melena y una mirada perdida contacta conmigo. Llevo mis manos a

que te vay

tir sonido alguno, comienza a r

s demás que han pasado por aquí, me agredería físicamente con cachetadas y empujones, mínimo que usaría la defensa verbal. Pero no, la ausencia de cualquiera de

ace presencia—, no e

r volteándome pero freno mis palabras al enc

s se deleitan de principio a fin, sin exc

tido y sus bragas. Aprovecho la ocasión para admirar su figura trasera, tan e

lo ocurrido con semejante mujer, no será hasta dentro de unas horas que recordaré todo. Y debo tener claro que, si lo que a mí conciencia llega fue demasiado bueno,

e en boxer me dirijo a la cocina en busca de algo para beber, saco una jarra de jugo y la sirvo en un vaso. Por suerte he de

onozco, y si no objetó ante mi comportamiento, posiblemente esté acostumbrada a ello. No la volver

*

marfil, c

oris asiente para luego retirarse contone

el proyecto, que conste que aún no llega Derek, y usted sabe que

pulsera—, quince minutos, un minuto más y las co

er

o y asiente reti

sonalidad desconfiada y meticulosidad casi extrema, justo lo que necesito a mi lado mientras estoy en la Compañía de comerci

acho —me comunica uno de los camarógrafos y tras precisar pe

mi llegada se levanta y ya frente a él estrechamos nuestras manos. Tomo as

ca e intercambiamos miradas, la mía

iezo, ansioso por s

s firmas —me dice extendiéndom

ontesto y oje

l acápite que lo amerita y justo al final, plasm

ometa, pero... ¿Estás segur

pso de segundos. Y la verdad, nunca tomo una de

—respondo, agarrando el puente de

Y otra cosa ¿la conoce? —cuestiona y a

día de la ceremonia. —Me encojo de hombro

tros papeles—. Este de aquí es una copia, la guardaré en caso

cuestiono, tengo asuntos pendie

llamo para el

mi estado y se marcha para no incomodarme más, lo cual agradezco. Cierro los ojos e intentando dejar de pensar en

e susurro al oído, teniéndola de espaldas,

de su curvilíneo cuerpo, su cintura se ve más

ro su cabello, haciéndola emitir un inte

mismo tiempo que entro en

siente t

chilla y exclama sin

erdón así, inclinada para mí

me a lo que realmente deseo, que no es más que

os están matando a ambos, pero deseo con

erdona

motea, meneándose

mir más fuerte. Atrapo uno de sus pechos c

etorciéndote, no alcanzarás el placer que has veni

rdono, solo fóll

dejo de pens

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY