img La hechicera maldita  /  Capítulo 6 6 | 14.63%
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Historia

Capítulo 6 6

Palabras:2479    |    Actualizado en: 24/12/2022

da la noche conjurando para combatir a una familia de rocs, que habían rap

a, ¿dónde ha

tomar u

su respuesta y no hizo contac

mismo. Volve

acue

el ceño, pero no

, Nimh se enco

demos ir a vis

odemos ir

illoso, según decían, pero hoy en día era bastante inhóspito para el

onadas, con esqueletos de dr

stado aqu

a explorar —d

e que no haya

cioso y tuvo que cazar hasta el último dragón sólo para fabricar armas con su

alguno pudo h

pensar q

Gwyneviere notaba cierta melancolía en Nimh, pero no qui

uando Gwyneviere salió de la cama, ella ya había s

ndose la cara, sin poder

Vamos, te estoy espe

bostezando, y se levantó lent

naron, Nimh levantó y limpió todo rápid

am

aramente. Tengo mucho

a la cama —contesta G

tomó del brazo, arrastrándola. G

de practicaban siempre, y

escu

Tienes toda una vida po

es aprendiendo magia desde

ló. Nimh tenía

sión hacerlo. Las hechiceras prestamos juramento a la magia. Claro que es una formalidad y nadie está obligado

madre —contestó Ni

Templo por ejemplo y luego viajar a Emyrddrin a modo de celebración. Pero la cuestión, es que tiempo atrás, Emyrddrin era un reino repleto de

que aprender todos esos conj

. Imagina que a los doce años no eres capaz de d

tengo qu

e reinos, con orgullo y humildad, y a cuidar de tus hermanas hechiceras, y que est

ólo

nte del Templo, mientras tu

A

silencio, como sopesando lo

o Gwyneviere, tom

arició su mejilla y la besó. Nimh dejó esc

pero ahora quiero ver cómo lleva

uen rato, hasta

gías. Tengo que ir a comprar cosas a

é a recolectar

tienda de Vandrell, cuand

stás? ¿Cómo avanza

reguntas el día de hoy…

a almorzar? Mi padre estaba por reemplazarme

tu pro

e, salgam

ue poseía una gran casa con tienda incluida dentro de la Ciudadela, y Vandrell había vuelto a vivir con sus padres, porque la salud de s

sentara a la mesa y ella obedeció. Se

comida sobre la mes

¿quién ha coci

da que soy alquimista, no

nca había probado lo que cocin

ance de cocinarte —dijo

tos, pero nunca h

meremos junto

Vandrell había estado allí para presentar sus respetos, y habían llevado montones de platos diferentes, pero ella había asumido que algún criado los ha

a tienda, pero tú puede

volver

necesitas hablar o comer —agregó sonriendo—. Hubo un tiempo en el que pasábamos m

s y no teníamos respons

do, puedes relajarte un poco

o prometo nada, pero pue

ijo, y se inclinó hacia adelante par

Vandrell. Saluda

a sin prisa. Nimh la estaba es

estado? —l

ienda de

morz

Yo he comido

silla para dejar el libro—. Mejor saldré

Espera —Gwyneviere salió p

, y ella comenzó a apretar el paso para alcanzarla.

dijo, tomándola de

acia e

con

*

e había sentido especialmente mal, y había decidido quedarse con ella, a pesar de que su padre le había dicho que te

amente, y había enfermedades incurables, como la de su madre, que no tenían solución. Por lo que él y su padre preparaban los mejores el

a tienda estuvo en manos de su padr

se, pero cumplía con el tiempo determinado de ejer

ir hacia la línea de los árboles, para protegerse un poco del sol, y terminó

distinguir las figuras que se encontraban má

notó que el momento era muy íntimo y desistió a la idea de seguir, pero no pudo dejar

quedó atónito, escondido detrás de unos arbustos, sin poder dejar de mirar lo que sucedía. Había not

ntamente, comenzó a desvestirla. Allí fue cuando

n, pero aún tenía la esperanza de que así fuera. Estaba enamorado

mulos marcados, sus labios carnosos, sus tetas perfectas, ni demasiado grandes, ni pequeñas, su culo bien firme… Le gustaba que siempre había sido osada, y traviesa. Cuando eran pequeños se metían en líos, y reían mucho juntos, algo que no hacía con todo el mundo. Gwynevie

lí. Sus padres los ponían a esperar juntos y allí comenzó su amistad. Los padres de Vandrell les decían que fueran a

ente. Arrepentido por no haber confesado a tiempo lo que sentía. O mejor así, podía conservar su amistad con

*

re desvistió a Nimh, entre besos

n pasó sus manos por delante, tomando sus pechos, y besando su cuello. Apretó un pezón entre sus dedos, y con la otra mano recorrió su cuerpo, pasando pri

l agua, y ella abrió ligeramente sus piernas, pidiendo más, y apretó su firme trasero contra el cuerpo de Gwyneviere. Gwyneviere

yneviere con más rapidez, y ella entendió. Comenzó a mover sus dedos, y su otra mano bajó desde el pecho, recorriendola, hasta llegar al clítoris, y con

taron los dedos de Gwyneviere con más fuerza, y sus caderas se movieron frenéticamente. Gwyneviere aceleró el movimiento, mientr

r su núcleo mientras Gwyneviere gemía y se arqueaba de placer. Su lengua se movía entre sus pliegues y sus manos acariciaban

excitación crecía más y más. Sintió sus dedos entrando y saliendo, resbaladizos, y su lengua

mbas manos la nuca de Nimh, pidiendo más, mientras gemía, con el cuello colgando hacia atrás. Una ola de placer la

sus pechos encontrándose, retirando los cabellos de su rostro, para b

—le di

miró, sonrie

mbién

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