a víctima se encontraba sentada frente al escritorio de su
scartar homicidio —
cio de entrada fue la frente y la bala salió limpiamente
de pólvora en la
cadáver, mientras Liam gritaba
ior. Novatos… —dijo Liam—. ¡Oye! ¿Dónde están tus guantes? —Liam caminó h
tros cuando notó un pap
determina que fue suicidio —dijo, abrien
acercó y
acuerdo, habrá que analizarla.
a as
e aquí. Tengo cosas más intere
uficientes fotografías. Dejó la memoria de la cámara etiquetada como
n el recinto policial. Cuando abrió la puerta de su apartamento la recib
trañado mucho —saludó acariciándolo
ervía para las funciones básicas: comer, asearse, dormir, y recibir ocasionalm
entras esperaba que estuviera lista, se dispuso a seleccionar en la plataforma prepaga la película que vería ese día. Al escuchar el pitido pro
u móvil. Puso los ojos en blanco y suspiró. Alcanzó su móvil, que había quedado aplastado entre el sofá y el
¿
ito que regre
o dos bocados de mi cena, y creo que es lo
aldita escena d
ie
al Lola, actriz que suele trabajar
su nombre artístico. Su
Te estoy enviando l
—dijo Siena
il en el so
ener un momento en paz —le dijo a su ga
reglamentaria, volvió a guardar su móvil en su bolsillo y, ante
ando su identificación policial y no fue difícil saber a dónde tenía que d
zona acordonada, hablando por su móvil. Cuando vio a Siena acercars
ación y se los colocó. A simple vista nada parecía fuera de lugar, pero si había sido un ases
o de lugar antes de que yo
su compañero, quien se encontraba agachado observando el c
la, molesta, y co
fotografía de cómo fue encontr
o Oliver l
o las fotografías con sus manos enguantadas en lát
ido un amorío con Marc
interesen esas c
ce tiempo. A pesar de ser un maldito mujerie
. Al parecer había finaliz
s noticias con ese escándalo sobre una actriz… no recuerd
a—. La actriz se lla
uiso acallar. Investiga eso, Siena. A primera hora de la mañana te quiero en
a su
uerdo,
sus talones y re
dos esos nombres, Siena? M
encogió d
, sólo lo
cudió l
alguien ha visto algo dentro
ar llevando su mano derecha a la sien, con la palma
e idiotec
*
un sorbo de café, y miró el mostrador donde se encontraba la recepcionista del lugar. Se dirigió allí caminando con paso firme, cuando un hombre, compenetrad
ombre—. No te había vi
rco —dijo Siena, recon
ber sido reconocido—. Emil Rossi —agregó ext
ido —dijo Siena, estrec
contestó, levantando
eso con las ma
o él, acercándose a un cesto y arrojan
me hacia dónde tengo que ir? —preguntó Siena, aprovechando
o los elevadores a la derecha de donde se enc
aci
sillo del cuarto piso, y reconoció la oficina de Marco, que
la puerta
engo ninguna cita agendada
licía —dijo, mos
ró ante las pa
oli
cerle algunas preguntas con respecto a Ana Müller. Fue
al respecto. No he visto a Ana en los
ue pueda coment
En todo caso debería conseg
otro hombre que salió de una de l
Oscar —se presentó,
Siena
Ella está haciendo una investigación policial. No la has invitado
oficina de Marco y Oscar
ijo Oscar, por lo bajo, cuando pasó cerca de Marco, para s
er sido vista con dos jóvenes en un restaurante. Aunque i
si no recuerdo mal. Debes disculparme, pero aquí a veces los días se suceden continuados si
¿Estaba preocupad
legre por su participación
protagoniza
o —interfirió Marco—. Nada tan im
abía habido algo? —preguntó Sie
miró, d
investigando, necesita
io para tu investigación?
estó Siena sin inmutarse ante
iempo. No ahora. ¿Hemos term
r su tiempo —volteó para mirar a Oscar—. Si recue