Una madre para mis hijos, una esposa para mí.

cido, de padres multimillonarios, obviamente hered

se casaría con la hermosa Rachel Sabarat, ahora ya ella te

y el número veinticinco de él quién le llevaba cinco años a su prometida;

e caballos pura sangre, a los que Hafid ten

era coqueta jovial , no tenía la habilidad para la conversación, desde que l

raje blanco de novia, que resaltaba su belleza, no podía pe

, la recepción de boda, el viaje de novios, su

lugar de los Estados Unidos, no tenían apuro por ser padres, él que

a el

e, cuando Rachel cumplió sus veintitrés años, llegó con la emocion

nueve meses después, vinieron Amira y Farid, una niña hermosa

osa esposa había recuperado su bella figura, unos meses más tarde, él padre

ual ocuparse de un departamento en la empresa, que estar al frente de un monstru

todo el día solos, a veces los compensaba con almuerzos en casa, otras veces, invitándo

, para empezar a caminar; Rachel, se ayudaba con

la misma hora, dejando a su bella espo

que había dejado una carpeta con doc

fer que fuera a casa por esas cosas, pero al final decidió

abrieron por el asombro, y se puso muy nerviosa, se ofreció a buscar lo

año estaba sucediendo, se acercó a la habitación; Hafid

era, al acercarse hasta la habitación, escucho risas

atención antes de entrar escuchó la voz conocida de un hombre

s ojos veían; su Rachel estaba siendo embestida por un h

a tan dolorosa y abrumadora para él,

¿Qué signi

a de la habitación, de inmediato intentó explicar lo que no tenía expli

ue pudo, tratando también de explicar

r Daniel, s

fid se quedó mirando a Rachel con dolor en sus ojos, pidie

rando Rachel

rque haces esto

hayas hecho, solo fue un error mío, me deje

ostándote, con mi mejor am

ro—dijo Rachel —nunca ant

dijo él—pero algo me dice

o juro!— d

que vine a buscar— dijo

él salió y tomó su carpeta, su móvil y se en

e a casa en la noche usted

acer nada, ella me pagaba para que no

stá ella acostándose

ses señor—d

n la noche hab

volver atrás, unos minutos más tarde Rach

señora—pregunt

dita casa— dijo Rach

os?— pregun

míos— dijo Rachel —

su madre, señora

hel—me voy con él, lo amo entiendes, con é

bien las cosas

odo decidido

a la casa y

r juntos! ¡Éste ro