estudiantes y el único puesto libre era la silla al lado de la ventana, y el compañero

l de niña tonta

ol

ra la otra semana guardé mis cosas en el morral, al levantarme del puesto para bajarme mi pie se enre

én se reía, hice mi mejor esfuerzo para ocultar la vergüenza, pero fue i

e dije—. ¿Có

para que seamos amigos. —La piel se me eriz

o la mayoría—. Te diré algo, por algún motivo no le caíste b

enti

mo Sami

co a esa

es que dijo; la gorda no la acept

igual de tormentosas, di gracias a Dios cuando fue la hora de

mo t

illoso

la cafetería, no iba a regalar mi dinero en comida para ellos, no he podido probar los

mi mami era más rico. Me había dado cuenta de que a Dylan le llamaban mucho la atención por no llevar su

o del profesor. Sabía tocar muchos instrumentos, piano, guitarra y la batería. Tenía muy buen

mandado a llamar a su madre para informarles, que si no se ponía las pilas reprobaría el añ

días. Me regresaba todos los días caminando a casa y e

te fue en la escuela

la semana

historia y ciencia; aquí, hice dos trabajos, uno era para Dylan,

cada vez que iba al supermercado llegaba estrilando porque no encontraba los mi

eguntarme cosas de la escuela, y antes de que se die

ontado lo bien qu

as a Dylan teng

sar el próximo domingo en la misa. Menos

íamos mucho miedo por ti, si no lograbas adaptarte

cí. Ayudé a lavar los platos y me fui a encerrar al

la única que compartíamos puesto, el resto de las cuatro materi

jen en el escrit

rada de desconcierto fue notoria, le sonreí encogiéndome de hombros, bajé de la silla con cuidado de no caerm

n le esté haciendo caso a su madre, de lo contrario sabe que

e pro

nga buena

fesor de la asignatura qu

grosero,

fesara que su clase es bastante aburrida

l menos hace el esfuerzo

ue la clase era bástate cansona, pero u

ibilidad de estudiar música, n

ero Dylan, por muy abu

ema que sea tan

reces

cen, Ca

ky esa, ahora sé el nombre de todos

qué habíamos quedado

a, tenía otra clase. Si Dylan no sacaba buenas no

*

ar los platos, tarea obligatoria impuesta por ella. De pronto tocaron a la puerta, escuché unas voces. Lle

mos a brindarles comida a los veci

Samanta.

galletas de limón, las cuales son típicas de nuest

i mamá. La mujer se me acercó,

o comentado por la señora era una muestra del amor de madre, Cata era todo menos princesa bonita—. Tú ha

cuesta hacer amigos, y algunos se burlan por ser gordita —será gord

do fui a hablar con mis amigos, lo hice con la intención de decirles que íbamos a tener una nueva amiga en el grupo. Entonces Vicky se enojó, me puso contra la pared, dijo que no ac

orgullo. —¡Rayos! ¿Por q