estaba de muy mal humor, con ganas de ponerla en el lugar que le tocaba, que era a sus pies, como el de todos sus súbditos, pero en e
doncellas que atendían a Sahira se asustaran primero y lueg
eocupado movimiento de su mano y ca
tentando controlar su temperamen
o hacía solo un rato en la casa de juegos, aunque tal vez le había dad
iré a avisarla— dijo una de las don
dole todos los caprichos, él jamás la había visitado, de hecho era una
nía a una concubina a la cual no tocaba, a la que ni siquiera
seguró caminando hasta el baño sin
carilla de barro en el rostro. El baño estaba lleno de vapor prov
ara estrepitosamente a causa del tono de su voz, y es que no solo era porque fue
con un albornoz y dándole la espalda a ese
rostro y adivinab
había estado llevando todo ese tiempo, le gustaba, s
z para observar su cuerpo de espaldas, o al menos lo que la neblina le permitía ver, enfundada en ese vestido
una excusa rápida para no quitarse el barro de la cara y evitar se diera cuenta de que no era la muj
ión, pero se acercó a ella por detrás haciéndole notar su presencia, y es que donde el Rey estaba se podía senti
e, quiero hablar
así— protestó ella con voz mel
no tienes suficiente con lo que te doy?— preguntó molesto por pe
el día.— Respondió la chica extrañada por lo
lo permito porque soy consciente de lo que te quite y como lo hice — se quedó callado por unos segun
quí, me debe confundir con alguien más, puede pregunta
eslizando la mano por la curva de su cintura e inclinándose para in
distinto, aunque quizá era solo por el baño que acababa de tomar y las flores que podía ver flotand
no la traición y para mí las mentiras son traiciones.— le advirtió
n poco más llenita, pero quizá aquellos cinco
seguró ella temblorosa por ser descubiert
a girarse y estar con él, al fin y al cabo si pudiera estar con él, eso afianzaría su lugar en el Palacio, pe
ulpable, tal vez le tenía miedo, pues eso habría que resolverlo porque era suya y la tomaría el día que se le antojara