sus soldados para lograr librarse del agarré de ellos. Una vez lograd
Dijo atrevidamente el joven prÃncipe apu
traron e
ra sentenciar sus vidas, ellos no estaban dispuestos a arriesgar, asà que se quedaro
z resonó desdé at
ntras hablaba con una voz tranquila
aros y bombardeos su alteza. Ya hemos encontrado a su novia
la orden privada del Rey Jonathan. Reconoció de inmediato que ese soldado de cabello rubio tan cl
, probablemente no mienta"
que pertenecÃa y se marchó calmada
n, este sin levantarse de su trono y c
el prÃncipe heredero! ¿A caso pretendes renunciar a tus privilegios? ¿Quieres dejar de
to, por qué sabÃa que él preferÃa que el tÃtulo de "prÃncipe heredero" fuera para su primer hijo adoptivo llamado "Tevyan" el cual acortaban de
a a ese niño como su primer hijo aunque no lo fuera biológicamente, por lo que cuando nació Darién, quien era su segundo hijo biológico con esa mujer (el primero fue niña) y tomarÃa
Preguntó Darién sin siqui
ni siquiera le interesaba escuchar las quejas y regaños de este. Todo lo
star bien! ¡Tienes que
sesperados y llenos de ansied
dolo con una seria expresión s
via ha
mediato Darién pensando
Ella está
el joven prÃncipe tartamudeand
palabra que pasaba cientos de veces en su cabeza. Se le dificultaba tragar saliva, se le dificultaba incluso respirar bien, su cuerp
eal, de aspecto rubio claro de ojos marrone presente, lla
vió su mir
arién con su temblorosa
an — No quiero que veas como se encuentra, no debes ten
e ser! ¡Debe estar viva! ¡Nunca la quisiste para mÃ! ¡Me estás mi
s bordes de sus ojos hinchados muy roj
verla! ¡Necesito hacerl
a ver al Rey Jonathan asi
eres el prÃncipe heredero ¡No seas tan patético! Solo fue una simple mujer
e resguardaba la entrada, el cual abrió la puerta e ingreso una sirvienta con una bandeja plateada en l
un frasco de vidrio con cápsulas blancas. Le dió dos de ellas al prÃncipe quien lo veÃa dudosamente, sin embarg
uno de sus brazos en sus hombros y sosteniendo al prÃncipe de la cintur
ió la
taba G
"Lo que queda
esmayo en e
cada por tan atroz escena sangrienta. Fue más causada por
su majestad, asà que podemos encargarnos del probl