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Historia
Paraiso de Amor

Paraiso de Amor

Autor: Carlota Hens
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Capítulo 1 El Reencuentro

Palabras:1656    |    Actualizado en: 06/01/2023

casa cuando recibe aque

por lo que se dispone a dar un paseo. Las calles se hallan

cuarenta minutos. Se dirige en dirección norte,

vías anegadas. Los recuerdos vienen a su memoria,

, por lo que se hacen intransitables en tiempo de lluvia. Sarah tiene m

la deja embelesada: flores, helechos y árboles frutales s

a está asfaltada bordeando las faldas del G

lugar que busca y se detiene a mirar, al tiempo que se sobresalta por la presencia de un hombre moreno que sale de aqu

la única persona que se ha tropezado en los últimos kilómetros recorridos. De i

hombre no representa peligro —se dice, mien

recomendación del desconocido

veinte años la gente de la iglesia ha aparcado sus carr

ta, con amabilidad, indicando que vive al final del camino y que, en cinco años, no ha escuchado nada

por lo que le toco vivir sola desde los 21 años, luego de su primera separación. Hasta el momento lleva dos divor

comercial. Gusta de la vida tranquila, cocinar y mantener s

lo que ha acumulado durante años y solo deja lo que en verdad usa. Se considera una mujer decidida y distante que confía

e absorbe mucho tiempo. Sobre todo cuando debe viajar. Ser e

y observa las hermosas aves marinas. Ellas parecen suspendidas en el a

ue remolcar un carro atascado en el fango.

róximo de la cerca de alfajor. La idea es no estorb

rral y una vara larga para andar por el c

arena seca, sorteando los baches del sendero. A pesar de ello, es inevitable que

ite la historia. Sarah mira atrás, lleva unos minutos andando y voltea a ve

lo tierra y vegetación abundante. Intenta

asera de la residencia de Joaquín. Desde el sendero esc

necen en alerta. Por momentos se culpa, no deja de pensar que es imprudencia de su parte adentrarse sola en un punto solitario. Sin embargo, pasa tantas horas

al hombre que vive allí, a pesar de ha

a propiedad y toma un sendero estrecho hasta que ve a lo lejos la casita de

ndido y la montaña al fondo. Están rodeadas de veget

ntos años. Me alegra mucho que estés aquí ¿Ll

aleza. La vista de la montaña y aquel valle donde se enc

contigo, en este magnífico lugar. El coche lo aparqué en la casa de la esquina. Por c

o Joaquín es muy colabo

omentó Sarah—. Mejor hablemos de otra cosa, me entusiasmó mucho tu llamada. M

trabajos. Estamos en una isla maravillosa, todos quieren venir a Margarita. Pero, te

se pone cómoda. Lo primero es descalzarse pa

e tenemos mucho de que

re con café. Ella ha regresado después de pasar ci

uedes a dormir —

compromiso alguno y, el lugar es ta

a iluminando el cielo con los tonos rojiz

s un paseo y muéstrame los alrededor

Entran por un sitio y salen por otro. La vegetación, en ocasiones, les dificulta el paso. Ell

mientras señala su casa—. Y puede que tamb

siente, caminand

ón que da acceso a la residencia sigue cerrado. Llama su atención el lindo jardín bien mantenido con la pequeña bienhechuría a la derecha

í, quizás no escu

den el camino de regreso mientras conversan acerca de él, lo que recalcan es que este no se a

cionado con esas prácticas. Quizás por eso es qu

s que terminó su relación con Sandro y de lo muc

s eran jóvenes, no le dieron la menor importancia. No les gustó esta

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