A tres minutos de tocar las estrellas V.1

el Norte del pas

*

Ho

nfierno. ¿De qué hablo? La escuela. Preparatoria Willberg High School, escuela donde asisten tarados, q

ción para el mundo, porque cuando pensábamos que habíamos avanzado mucho como personas y como humanos nos damos

uería ni que terminarán, mi familia y yo terminamos yendo a Acapulco, mientras mis padres y mi abuela se bañaban en

un paisaje hermoso y

tanta paz y

sión de las tareas de la escuela y sin el ambiente tenso de mi ve

rnos—dice mi madre mientras t

me estoy terminando de

la más bonita, pero tampoco era tan fea, mi madre dice que

r momento me lo volviera a dejar corto, trate de ocultar mis ojeras y mi palidez con un poco de maquillaje. Trato de no hacer ver que las cicatrices de mi cuerpo, me c

rellita—dice mi padre, depos

a él para acomodar su corbata

que mi estómago rugiera de hambre. Me gustaba volver a te

ses?—pregunta mi papá ya sentado

sí—

?—Esa era mi abuela Regina. —Mírala no más, desborda de felicidad—

rda

resp

ta, aún recuerdo cómo es eso y tienes maquillaje,

me v

, con todo lo que uses o te pongas o cua

mala idea lo

encanta molestarte cada vez que puede—respond

ellos me aman pero también

mente los que faltaban ya eran portadores de sus propios autos, todos menos yo claro. Llegamos a la escuela ya que no quedaba tan lejos de mi casa, la escuela era grande, tan grande que daba miedo, era una de las mejores de la ciudad y siempre te abrían puertas a excelentes universidades. N

pase por ti?—pr

caminando, además dijiste q

sin ningún problema—mamá golpea a p

ice mi papá

la—me acerque hacia ellos dejando un beso e

de un alumno de esta escuela, me dijo miles de cosas horribles, cuando pensaba que por fin lo había olvidado cuando c

ar y mucho menos dejaría que me hicieran ser el hazme reír de todo el instituto, eso se iba a acabar este año. Quiero nuevas ex

o que conocía esa voz, esa voz me había atormentado duran

teste, Jacob camina hacia dónde estaba para ponerse a

sentado bien últimamente—me dice tocando mi cabe

bello. —Son cosas mías o, ¿este año eres

caminar le

sentir menos persona por el simple hecho de tenerla. La verdad es que todo lo que he pasado desde que me diagnosticaron, no se lo deseo a nadie, vivir día a día el que la gente te mire con asco, como si lo que

sabía que no me encontraría con el conserje ya que, siempre llegaba muy tard

taba l

le creer a la gente que no te afecta, pero es más difícil vivir engañándote a ti misma, n

ra Amy, so

en, estas bien

ico que provenía de afuera del cuarto, seguidos de e

nocía o que al menos no lo había visto aquí en la escuela. Lo que era imposible porque conocía a t

ceniza y con unos ojos de color grises, había cap

s—me dice con una

vantándome rápido del suelo—E

s aquí? ¿Estás b

lexionar sobre la

detallando. —Tienes la nariz enrojecida, al ig

aler

—Y tu maquillaje se chorreo, yo que tú iría al baño a retocarme a

o—dije saliendo del

interrumpí antes que pu

te llamas—le respondí y

, pero quién sabe con

cuid

on el maquillaje chorreado, es obvio que bus

lorando, es que solo a mi se me ocurría usar maquillaje que no era aprueba de agua,

mierda—susu

e dice una chica, cuy

os le habían caído de maravilla, una sonr

ella nunca me trató indiferente, pero no quería ser una carga para nadie, ni que las personas la t

a que dijera que no estaba, o que dormía, no respondía sus

ola—le r

a, nunca lo has hecho déjame ayudarte—m

stá bien, p

l baño. Extraño pasar tiempo con ella, ambas éramos inseparables, extraño hacer comida los vier

ella optaba por una romántica pero me salía con la mía y terminamos viendo una de Marvel, aunque a

artes de vino tinto un color muy hermoso y que le sentaba tan bien con su piel morena, vestía con un mono blanco y una pequeña chaqueta gris que le llegaba hasta su ci

xtraño, m

, estaba tan enfocada en eso, qu

o victoriosa. —Estás

aci

guntó. —tienes unas ojeras,

interrogato

ien—fue lo ú

as con la

e me lo preguntarán. Siempre que lo hacían luchaba con mis ganas de decirles sin tab

preguntar, me ten

unca había visto tantas aquí dentro, la mayoría prefería comer al aire libre, pero está vez estaban todas reunidas, como si

res, dónde estaban Aronis, Charlie y Hilary, ellos eran los chicos de informática, no

de nuevo—dice Aronis. — ¡Bienvenida nuevamente a l

s—le respond

r marrón claro como la miel, tenía una cara muy hermosa bien perfilada y

ira. —Este año nos acompaña una cel

moso últimamente—dice Hilary, mientras leía un libro de Alice Kellen l

e estatura, creo que con ella me he llevado mejor que con los otros dos porque

tor, es su papá, no él—respondí mi

daba sus lentes nuevamente. —Para completar es sumamente hermoso, según escuché decir a

lie. —Ya quisieras tener a

blanco, de ojos color verde, su cabello era de un color tan negro que caía hasta su cuello, podría jurar

endo mi laptop para terminar un trabajo de literatura que se

o a escribir—dice Aronis

, el profesor siempre me pide que hag

ste a lo que te gusta ¡Felicidades! —grita Aronis, saltando

ayas vuelto a escribir también y tú también te alegras ¿verda

¿me pueden dejar terminar

gusta que la interrumpan cuando leen, yo est

vista nuevamente hacia la computadora ignorándola por completo, como hacía todas las veces que me saludaba y había personas

murmura Aronis ya sentando a mi lado, yo me sobresalté porque

has asustad

de extendiéndo

has traído una de mi

dichoso famoso se habían comenzado a ir, no logre ver a aquel chico, no es que me i

bado con tanta gente a su alrededor. Al menos q

que debo irme a cla

altaban unas mil palabras para terminar el ensayo, el profesor me dej

laptop ocasionando que la computadora se apagará en un santiamén, ya había quedado arruinada, per

a suerte que puede existir en el mundo, de eso no me quedaban dudas, debe